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Riyad Al Maliki.

Foto: Victoria Rodríguez

Made in Palestina

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Los palestinos no sólo apuestan a una inserción política sino también a crear lazos internacionales de comercio.

Riyad Al Maliki, es ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina desde hace cinco años. Si bien hoy no tiene militancia partidaria, en su momento fue uno de los líderes del Frente Popular para la Liberación de Palestina. Esta semana visitó Uruguay para firmar un acuerdo de libre comercio con el Mercosur durante la cumbre de jefes de Estado del bloque. A este acuerdo se refirió el lunes en entrevista con la diaria, y también a las negociaciones que se desarrollan en El Cairo entre las facciones palestinas Al Fatah -que gobierna Cisjordania- y Hamas -que lo hace en Gaza- para avanzar hacia un gobierno de unidad.

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-¿Cómo se hace para ser diplomático cuando se es canciller de uno de los países cuyo reconocimiento causa más polémica en el mundo?

-No es un trabajo fácil. Tal vez otro ministerio, por ejemplo el de Economía o el de Turismo sería más fácil. Pero para mí, llevar este cargo, representar y tratar de introducir a Palestina ante el mundo no es fácil. Sin embargo siento satisfacción al ver que mi misión se cumple en la mayoría de los países, y que está dando resultados, como ahora con la firma del acuerdo con el Mercosur. Vengo de Islandia, donde firmé un acuerdo de reconocimiento mutuo... Entonces uno siente que está haciendo algo útil para su país, que lo está representando en un momento tan delicado y tan difícil de su historia. Hace casi cinco años que lo hago y, claro, el trabajo es muy satisfactorio, aunque me mantiene muy lejos de mi familia. Pero al fin y al cabo cuando se hacen las cuentas, se ve que sí valía la pena.

-Usted vino a firmar un acuerdo de libre comercio con el Mercosur. ¿Qué producto palestino puede llegar a la región?

-Son los hombres de negocios que se tienen que juntar y decidir qué se va a vender y qué se va a comprar en el marco del intercambio comercial entre el Mercosur y Palestina. Claro que nuestra capacidad es muy limitada debido a la ocupación [israelí].

-¿En ese sentido es un acuerdo simbólico?

-Puede ser simbólico sí, porque de momento hay limitaciones por la ocupación, pero tiene un potencial bastante grande. En Palestina estamos consumiendo de 4.000 a 5.000 millones de dólares anuales de productos israelíes. Es una cantidad enorme de dinero. Nosotros preferimos consumir productos de países amigos que han mostrado solidaridad y han reconocido al Estado de Palestina. Los países del Mercosur nos han apoyado bastante, por lo tanto tenemos que responder también facilitando este tipo de acuerdos de libre comercio. Podemos también comprar, no solamente vender. La relación debe ser bilateral y bidireccional. No se trata sólo de que el Mercosur compre productos palestinos en señal de solidaridad, nosotros tenemos que mostrar nuestra capacidad de comprar y consumir productos del Mercosur. Es una manera de profundizar las relaciones, para que no sean sólo a nivel político.

-¿Tienen otros acuerdos de libre comercio?

-Sí, con la Unión Europea [UE], con Estados Unidos, con el Mundo Árabe y con países individuales como Venezuela y otros.

-Llama la atención que Palestina tenga un acuerdo con Estados Unidos cuando Washington dice estar dispuesto a vetar el reconocimiento de un Estado palestino en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

-Sí, pero siempre hemos tenido un acuerdo de este tipo con Estados Unidos, al igual que lo tenemos con la UE. Nuestros productos pueden entrar a Estados Unidos sin impuestos, para ayudar a desarrollar la economía palestina; ése es el motivo. Lo mismo pasa con la UE. Nosotros podemos producir, exportar y comprar sin pagar impuestos. Eso nos abre grandes oportunidades, porque como nuestra capacidad de producir, exportar e importar es limitada, hay muchos otros países que están pensando en establecer en Palestina zonas industriales en las que ubicar sus fábricas.

- ¿La mano de obra palestina es más barata?

-No, no es más barata, pero está muy calificada y es muy profesional. La ventaja es que los productos fabricados en Palestina pueden entrar al mercado europeo sin ningún problema. Por otro lado, hay muchos países que consumieron sus cuotas de exportación a la UE o a Estados Unidos.

-O sea que Palestina les sirve de puerta de entrada alternativa a esos mercados.

-No solamente: van a ubicar sus fábricas en Palestina. Eso nos ayuda mucho porque genera empleo para los palestinos. O sea que hay beneficios directos e indirectos con esas zonas industriales. Ahora Turquía piensa establecer una zona industrial en el norte de Cisjordania. Francia quiere establecer otra cerca de la ciudad de Belén. También tienen proyectos similares Corea del Sur, la República Checa, Alemania, y otros países.

-¿El reconocimiento del Estado palestino implica el reconocimiento de qué Estado? En la formalidad de las declaraciones se puede entender que se reconoce un gobierno con base en Cisjordania, lo que implicaría que se reconoce al gobierno de Al Fatah. ¿Es así?

-Ni al uno ni al otro. Reconoce al Estado de Palestina, según las fronteras de 1967.

-¿Es el caso de todos los países que dieron su reconocimiento?

-Claro, hoy está Al Fatah, mañana puede estar Hamas y pasado mañana otro partido político. El reconocimiento no es a un partido político. El reconocimiento es al Estado.

-Pero en algunos casos no se explicitan fronteras.

En la mayoría de los casos sí, se mencionan las fronteras de 1967 como referencia. Pero hay otros casos -creo que es el de Uruguay- donde se hace referencia a la resolución 181 [de la Asamblea General de la ONU, de 1947], que es una referencia legal. Es también mucho mejor que hablar de 1967, porque 1967 no tiene ninguna referencia legal, sino política y militar. Entonces, cuando un país reconoce al Estado palestino según la resolución 181 y la división de Palestina en dos Estados [el palestino y el de Israel], hacen un sólida referencia a un hecho claro y legal. Sin embargo también estamos muy satisfechos con el reconocimiento de Palestina en referencia a las fronteras del 67, porque hemos declarado -y tenemos el apoyo de la mayoría de los países independientes en eso- que nuestro Estado estará formado por los territorios que fueron ocupados por Israel en 1967, es decir la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. Cuando Palestina sea admitida como miembro pleno en la ONU entonces lo será según las fronteras del 67. La Convención de Montevideo de reconocimiento de Estados [la Convención sobre Derechos y Deberes de los Estados de 1933] establece que hay que definir exactamente el territorio y el pueblo que conforma el Estado. Por eso es muy importante hablar de fronteras, y los límites del 67 fueron los que se identificaron para nuestro caso.

-¿Pero las negociaciones no las lidera Al Fatah en el seno de la OLP?

Al Fatah es un integrante de la OLP, pero quien lleva las negociaciones no es Al Fatah, no puede ser Al Fatah.

-Me refiero a que quizá los logros que están teniendo respecto al reconocimiento del Estado pueden pesar en las negociaciones a favor de Al Fatah, que integra la OLP, porque Hamas no la integra.

-El reconocimiento que estamos logrando no tiene nada que ver con el diálogo que se está dando entre las diferentes facciones palestinas. Representa otro nivel de trabajo. Nosotros estamos trabajando para que Palestina sea reconocida por el resto del mundo y a ese nivel hay consenso en el grupo político palestino. Después, si hay discusiones, diálogos o negociaciones en ese grupo político para la reconciliación entre Al Fatah y Hamas es una cosa que a mí no me concierne mucho. Mi preocupación es que yo represento a Palestina y al pueblo palestino con todos sus diferentes colores políticos. Más allá de que haya problemas o no, sigue siendo el pueblo palestino, y sus líderes están luchando en el plano político y diplomático para hacer que el Estado de Palestina sea reconocido y admitido. Entonces, lo que hacemos va a ser visto como una victoria para todo el pueblo palestino, no importa que sea de Al Fatah o de Hamas, porque todos coinciden con la importancia de lograr más reconocimiento. Van a quedar todos satisfechos el día en que el Estado de Palestina sea miembro de pleno derecho en la ONU. Lo que estamos haciendo no favorece a los unos contra los otros en nada. Nuestro trabajo no implica favoritismo a nivel intrapalestino, porque trasciende el conflicto interno y muestra una superioridad en el sentido de que lo que buscamos es una mejora para todo el pueblo palestino.

-Pero Al Fatah, al ser integrante de la OLP -que lidera las negociaciones- sí tiene una mejor posición que Hamas.

-En las próximas elecciones de mayo de 2012, si Hamas llega a ganar, entonces va a formar un gobierno en un Estado que más de 130 países reconocieron, que tiene acuerdos de libre comercio, etcétera. Se van a sentar a beneficiarse de todo el trabajo que nosotros hemos hecho. Sea quién sea quien gobierne Palestina después de las elecciones deberá continuar lo que hemos comenzado y se va a beneficiar de nuestros logros políticos y diplomáticos.

-Pero si Hamas gana, va a tener un debe con ustedes. ¿Eso no juega en las negociaciones?

-No, no estamos haciendo algo para que nos paguen. Lo estamos haciendo para todos los palestinos y ellos van a ser dueños de todo eso. La ocupación no distingue entre los que votan a Al Fatah y los que votan a Hamas. Cuando [los soldados israelíes] entran a una casa, no saben si sus habitantes apoyan a Al Fatah o a Hamas. Cuando disparan y matan, no lo hacen porque sean de una facción específica. Cuando vamos a contratar a una persona, tampoco le preguntamos a quién apoya. Es palestino. Si le entregamos un pasaporte tampoco miramos eso, lo que importa es que es palestino. Tampoco vamos a decir que tal fábrica hay que instalarla en Cisjordania y no en Gaza, porque en Cisjordania controla Al Fatah y en Gaza, Hamas. Si hacemos eso, vamos a fracasar, porque vamos a perder la unidad de la patria. Tenemos que trabajar por el futuro de los palestinos, como una sola persona y una misma mano.

-En este momento hay negociaciones en El Cairo en busca de la unidad y para hablar de la forma en que podría integrarse Hamas a la OLP.

-Sí. Siguen las reuniones, que se dan a diario desde hace dos días entre Al Fatah y Hamas. El presidente [de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas] también va a estar en las negociaciones. Estamos hablando en serio para superar las diferencias y acabar con la división y también abrir una página nueva de cooperación entre todas las facciones palestinas.

-Uno de los líderes de Hamas en Gaza, Salah Al Bardawil -citado por la agencia de noticias EFE, el domingo- dijo que su movimiento no ingresará a la OLP si se mantienen los estatutos actuales, que implican el reconocimiento del Estado de Israel.

-A nosotros lo que nos importa es lo que dicen en las reuniones ya mencionadas. Nos importa lo que dijo [el máximo dirigente de Hamas] Khaled Mashaal en su reunión con el presidente. Ahora lo que dicen los demás a mí no me importa. Si sale cualquiera a decir que es de Hamas y ustedes escogen su declaración porque les conviene ésa y no otra, porque entienden que la primera puede crear noticia... bueno. Nosotros no trabajamos así. Lo más importante es que cuando el presidente se reunió con Mashaal en El Cairo se acordaron muchas cosas y lo que se está negociando ahora parte de ello. Salió Mashaal a decir que él no sólo acepta el Estado de Palestina según las fronteras del 67, sino que va a haber una tregua entre Israel y Palestina por un tiempo indefinido, que van a dejar de lanzar cohetes al territorio israelí y que van a optar por la lucha pacífica y ya no por la lucha armada.

-¿Y qué pasa con el reconocimiento de Israel que está en los estatutos de la OLP?

-Nada. A mí no me importa lo que dice Hamas. Lo que me importa es la OLP. Si Hamas quiere incorporarse a la OLP tiene que aceptar el estatuto de la OLP. Si Hamas no quiere aceptar esas resoluciones, entonces no puede incorporarse y listo. La OLP ha reconocido el derecho a existir del Estado de Israel, cualquier partido político que quiera ser parte de la OLP debe aceptar el estatuto.

-¿O sea que no se piensa cambiar el estatuto?

-No, lo que está en cuestión son las reglas internas, no el estatuto. Si Hamas quiere insertarse a la OLP, formar parte de cualquier gobierno palestino futuro y quiere ser reconocido por el mundo, si quiere ser aceptado por Estados Unidos y por la Unión Europea, como lo quiere ser ahora, si quiere formar parte de la organización de los Hermanos Musulmanes, que ahora está tratando de llegar a un acuerdo con Estados Unidos y la Unión Europea para ser admitidos, aceptados y reconocidos, para formar gobiernos en los países árabes después de la primavera árabe...

-¿Es necesaria una autorización de Estados Unidos y la Unión Europea para formar gobierno?

-No quiero continuar.

A pesar de que la diaria insistió, y luego de haber esperado varios días para poder completar la entrevista, Al Maliki no accedió a reanudarla.

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