Las Piedras festejó ayer los 200 años de la Batalla de Las Piedras, donde José Artigas y su ejército revolucionario enfrentaron con éxito a las fuerzas de la colonia española. Si bien el Ejército se creó oficialmente por un decreto de 1829, se ubica en esa batalla el origen de las fuerzas armadas orientales, por eso ayer el arma festejó sus 200 años. Pero en su discurso el presidente de la República se centró especialmente en una frase de Artigas de aquel 18 de mayo de 1811: “Clemencia para los vencidos”, y las referencias fueron más al presente que a la historia nacional.
Recuerdos
Los tres comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas participaron ayer en un homenaje a los soldados asesinados por el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros el 18 de mayo de 1972. “Fue un hecho trágico en nuestra historia reciente”, se limitó a evaluar el comandante en jefe del Ejército, Jorge Rosales, quien contó con el permiso del ministro de Defensa, Luis Rosadilla, para asistir, según confirmó el propio secretario de Estado. El acto fue organizado por el Círculo Militar, y su presidente, el general retirado Ricardo Galarza, hizo hincapié en la señal de unidad que representó la presencia de los comandantes en actividad. “Es una muestra de unidad que entiendo muy importante y muy significativa. [...] Ha habido intentos, y vienen de la administración anterior, de que los retirados estén por un lado y el personal en actividad por otro. El entonces ministro [José] Bayardi fue un abanderado de esa causa y no ha sido la única presión, ha habido otras en el mismo sentido”, sostuvo Galarza.
Mujica dijo que esa frase “aún hoy es una interrogante”. “Porque, compatriotas, los griegos pintaban de que el amor era ciego. No sólo el amor es ciego, el odio también es ciego, y el odio hay que sujetarlo adentro de nuestras achuras porque el odio apenas sirve para la barbarie”, agregó. El presidente, que habló en el “mástil” de Las Piedras después que el intendente de Canelones, Marcos Carámbula, el ministro de Educación, Ricardo Ehrlich, y el comandante en jefe del Ejército, Jorge Rosales, deseó que en los próximos 200 años los hombres se den cuenta de que “pueden y deben convivir y negociar sus diferencias por otros caminos”. Mujica dijo que eso es “una quimera” que “no está a nuestro alcance hoy, pero lo mínimo que es de nuestro hoy, en homenaje a la patria, es no trasladarles a las generaciones que vienen las frustraciones de la nuestra, y lo digo como viejo que se puso un arma al cinto”.
“Sabemos que hay dolores ocultos, sabemos que hay viejas que lloran por los huesos de sus hijos, que hay mucho dolor, que hay mucha injusticia, pero no podemos trasladarles a las nuevas generaciones de militares las frustraciones de la nuestra, porque necesitamos un país convivible que antes que nada, por encima de sus diferencias, tenga el coraje de poner por delante el nosotros”, afirmó. Sostuvo que desde la enseñanza se debe “cultivar una tolerancia superior entre nosotros, entender que el artiguismo es una filosofía, una manera de pararse frente a la vida”, y que “no hay superación con odio”. “La única superación posible es siendo mejores jueces con nosotros mismos y un poco más indulgentes con los demás”, señaló.
Los comandantes de la Fuerza Aérea y de la Armada, Washington Martínez y Alberto Caramés, respectivamente, celebraron el discurso de Mujica en diálogo con Telemundo. “Me llegó muchísimo, me vi reflejado como ciudadano y como militar”, dijo Martínez, mientras que Caramés lo consideró un discurso “sumamente conciliador, palabras que son una reconciliación para 200 años más”. El ministro de Defensa, Luis Rosadilla, dijo, por su parte, que lo compartía “de la a a la zeta”.
Pero en los festejos también estaban los familiares de desaparecidos, frente al palco de autoridades, cargando las fotos y una pancarta: “¿Dónde están? Ustedes lo saben”. Óscar Urtasun, de Familiares, opinó que las de Mujica son las palabras “de una persona que ya se reconcilió”. “Si hay que aplaudirlo, que lo hagan sus seguidores; yo no lo aplaudo”, expresó. Para Urtasun, “no hay reconciliación sin la verdad y la justicia, no hay reconciliación sin un efectivo ‘nunca más’. Nos podremos reconciliar siempre que haya un arrepentimiento, un mea culpa de todas las atrocidades que han hecho”.
Con respecto a su presencia ayer, Urtasun respondió: “Es una buena oportunidad de seguir mostrándoles a los militares que siguen secuestrando a nuestros familiares y a la verdad. Ellos tienen la verdad”. Sobre la votación que se realizará hoy del proyecto interpretativo de la Ley de Caducidad, se limitó a decir que “el Poder Judicial y el poder político tienen la obligación de buscar una solución a esto, que no tiene que seguir siendo un problema eterno”, aunque afirmó que Familiares no quiere entrar “en las idas y venidas” que ha tenido el proyecto de ley.
Sonó a reproche
Antes de que hablara Mujica, el comandante en jefe del Ejército, Jorge Rosales, dijo que las Fuerzas Armadas están “en un proceso continuo de profesionalización” y destacó que los efectivos militares hacen un “aporte extraordinario a la política exterior del Estado y una permanente contribución al desarrollo educativo y social del país”. Dijo que el Ejército está “condicionado en un escenario caracterizado por restricciones presupuestales, de funcionamiento e inversión, problemas de captación de personal superior y subalterno, así como en un incremento de la participación en las misiones subsidiarias”, pero aseguró que de todas formas mantiene “la esperanza de que pronto nuestro personal militar reciba el reconocimiento social que se merece, por las tareas que por mandato legal realiza en beneficio de la sociedad”.