Ingresá

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, en la sede del PP en Madrid, España, tras conocer los resultados de las elecciones municipales y regionales.

Foto: Efe, Emilio Naranjo

Duro castigo

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

El PP derrotó ayer al gobernante PSOE en los comicios autonómicos y municipales de España.

Vasos de agua, paraguas y protector solar; pegotines colocados a perros y niños con su nombre y un número de teléfono por si se pierden; muchas cámaras de foto y video, y platos de macarrones para todos. Ése es el escenario que presenta la Puerta del Sol, la plaza en la que miles de españoles, mayoritariamente jóvenes, pero también familias y jubilados, demandan una nueva democracia y un cambio de sistema económico en su país.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Las más de 20.000 personas que acampaban ayer en la Puerta del Sol, en Madrid, mientras se celebraban las autonómicas y municipales españolas, decidieron permanecer allí una semana más, para “exportar” su funcionamiento a los barrios.

Las protestas comenzaron el 15 de mayo -de allí la denominación 15-M- y no estaba previsto que se mantuvieran hasta ahora, con el reclamo de una sociedad nueva, “que dé prioridad a las personas por encima de los intereses económicos y políticos”, según dice un comunicado de prensa de la plataforma convocante a las protestas, Democracia Real Ya. Los manifestantes funcionan mediante comisiones y grupos de trabajo cuyas posturas son transmitidas por voceros a la asamblea general -formada por portavoces-, en la que se vota a mano alzada. Así se definió la permanencia en la plaza durante siete días más, “como mínimo”.

La plataforma Democracia Real Ya anunció en un comunicado emitido ayer que abandonará el contacto directo con los medios de comunicación, porque “quiere centrarse en desarrollar sus propuestas y dotarlas de una viabilidad jurídica y legal”. Agregó que “la plataforma quiere que se le tome en consideración por sus acciones y no por su mensaje”.

Ese pedido al Estado de que priorice a las personas se refleja en el trato que hay entre quienes acampan en el centro de Madrid. “Han sido muy cariñosos conmigo, aquí hay comida para todos”, dijo al diario español El País Romualda Salcedo, una jubilada española de 75 años que está en el campamento de la Puerta del Sol desde el sábado. Si bien la prensa española ha comparado estas protestas con las revueltas de la llamada “Primavera árabe”, a primera vista ya se nota mayor previsión y cuidado de detalles: los jóvenes reparten vasos de agua, paraguas y protector solar para que todos se cuiden del sol que se hace sentir en España en el principio del verano. Se reparte comida, se sacan millones de fotografías y se graban decenas de videos que son colgados en la página web del movimiento -que también se llama Democracia Real Ya-, y voluntarios se encargan de supervisar que nadie pase contratiempos como una deshidratación, informaron los medios españoles.

Si algo caracterizó desde un primer momento al movimiento es su rechazo al sistema político, al punto de llamar a la abstención o al voto a partidos menores en la jornada electoral de ayer (en la cual ese llamado no tuvo efectos importantes). También hay un duro rechazo a “la dictadura de los mercados”, de hecho, la denominación de “indignados” que se han dado proviene del libro ¡Indignaos!, del francés Stéphane Hessel, que rechaza el poder que los mercados y las instituciones financieras internacionales han ganado en los últimos años.

Los activistas piden que los encargados de los bancos vayan a la cárcel por ser responsables de la crisis económica que vive España y aseguran que los partidos tradicionales españoles son “esclavos del mundo financiero porque son capitalistas”, informó el diario español Público. Para manifestar su rechazo, en varios escenarios de la Puerta del Sol se lee una de las reflexiones del escritor español José Luis Sampedro: “Los [últimos] dos gobiernos son esclavos del mundo financiero porque los dos gobiernos son capitalistas. La prueba es la salida de la crisis. El mundo financiero ha salido estupendamente y ya vive como antes, mientras que los demás seguimos pagando las consecuencias”.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura