Desde hace días circulan versiones sobre la supuesta remoción de Córdoba. Incluso se manejan tres nombres como eventuales sustitutos: Enrique Soto, frenteamplista independiente que es cardiólogo de Lucía Topolansky (MPP) y amigo del ministro Olesker -con quien ya se habría puesto en contacto el Poder Ejecutivo, según fuentes del ministerio-, el ex subsecretario de Salud Pública Miguel Fernández Galeano y el director del área de neurocirugía del Hospital de Tacuarembó, Álvaro Villar.
Desde el MPP, el diputado Álvaro Vega, vicepresidente de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, consideró que "a esta altura más que trascendidos son hechos, o por lo menos el Poder Ejecutivo analizó la situación", pero consideró: "En este tema, como en otras cosas, me parece que el presidente [José Mujica] tendría que terminar con los rumores y dejar claro si sí o si no". Vega dijo que la bancada del sector "en general respalda a Córdoba". "No tenemos una visión tan negra de las cuestiones: con las armas que tiene ha hecho cosas buenas", explicó. Según el diputado "se está juzgando la gestión muy parcialmente" y no se valora, por ejemplo, "cosas que están bien, como el primer nivel de asistencia, que es excelente".
La dificultad para Vega es la conformación del directorio de ASSE, determinada por la ley que lo creó, que establece que habrá tres directores designados por el Poder Ejecutivo y dos directores sociales en representación de los trabajadores y los usuarios. "Yo había advertido, cuando se aprobó la ley, que si alguna vez se integraba la oposición íbamos a tener problemas para tener mayoría, y creo que el que es gobierno gobierna y los demás controlan. Ahora hay que salir a buscar votos; algunos serán cedidos a título gratuito y otros capaz que te piden alguna cosa", dijo.
Vega reconoció que existe "la chance" de que cerca de 60 jerarcas de ASSE, entre ellos el gerente general, Enrique Buccino, renuncien a sus cargos en caso de que Córdoba sea destituido, como informó ayer El País. El diputado dijo que eso "no está resuelto" pero que sería "casi natural".
Falta un cambio
Desde el Partido Socialista (PS), sector al que pertenecen Olesker y el vicepresidente de ASSE, Ángel Peñaloza, se reconoce que Mujica analiza la situación y se considera que es necesario un cambio en la conducción del órgano descentralizado. "Hubo una serie de cambios totales a nivel de los directores, subdirectores y responsables de centros de salud en la que, objetivamente, visualizamos que no hubo una evaluación de la gestión y que fueron removidos incluso en votaciones divididas en el propio directorio", consideró el diputado Gustavo Bernini. El legislador dijo que "a esta altura" sería necesario un cambio en el directorio. Hizo énfasis en que el PS, "en la medida en que el presidente pretenda tomar decisiones para tratar de corregir la gestión, pretende allanarle el camino, respaldar las posiciones que pueda tomar", aun si esto significa -siguiendo la lógica impuesta por Mujica en los cambios de autoridades en OSE, donde la destitución del presidente implicó también la del vice- la remoción de Peñaloza.
De todas formas, diversas fuentes señalaron que los eventuales cambios dependerán también de los movimientos de la oposición y la situación generada. En ese marco, la comisión de Salud de la Cámara de Senadores convocó ayer a Olesker para que diera explicaciones respecto a la situación en ASSE, la intervención del Hospital Italiano y la situación de los centros de atención materno-infantil del Banco de Previsión Social.
No nos moverán
La FFSP convocó ayer a una conferencia de prensa en la que su presidenta, Beatriz Fajián, desmintió que por intermedio de su representante en el directorio de ASSE, Alfredo Silva, la FFSP “manipule las decisiones del directorio o tenga un acuerdo con Córdoba”. “No es cierto, y se habla de un mal relacionamiento con la administración Vázquez, cosa que jamás tuvimos, porque fue con una de las que nos relacionamos mejor”, dijo Fajián en diálogo con la diaria.
La FFSP respaldó la gestión de Córdoba. Según Fajián, el presidente de ASSE ha impulsado fuertemente la instalación del primer nivel de atención, “que es lo que nadie quiere, porque con el segundo y tercer nivel es con lo que se lucra”. Además, consideró que Córdoba es una “persona muy humana”. Pablo Cabrera, dirigente de la FFSP, consideró que la gestión de Córdoba “ha sido buena y ha otorgado la posibilidad real de participación a los trabajadores”.
Fajián negó que los 140 cambios que se dieron en hospitales y programas de ASSE se deban a un “revisionismo” respecto a la anterior administración, y tampoco que se hayan realizado en acuerdo con el presidente de ASSE. “Acompañamos los cambios cuando las argumentaciones fueron fundamentadas. Eso no quiere decir que estemos manipulando y haciendo lo que queramos dentro de ASSE”, dijo Fajián, que manifestó: “Si tuviéramos ese poder lo iba a usar para ganar un salario acorde”. Para la dirigente, detrás de los cuestionamientos a los cambios subyace la “discriminación” a los funcionarios. “Se está discriminando absolutamente a los trabajadores por no tener un título universitario, más allá de que estamos más preparados y sabemos cómo se maneja un hospital”.
“Cada administración que llegó cambió las direcciones de todos los lugares, y nunca se dijo nada. Ahora, como en muchos casos se sacó a un doctor y no se puso a otro doctor está pasando esto”, acusó. Fajián advirtió el posicionamiento de la FFSP en caso de cambios: “Sería lamentable que al frente de ASSE dejaran a un anestésico quirúrgico [en referencia a Villar], que han sido los que se la han llevado toda en el gobierno pasado y en éste, porque han sido los privilegiados de la salud, cuando lo que hacen es un acto médico durante unos minutos y nada más”.
La presidenta de FFSP negó también que Silva tenga la misma línea política de Córdoba y actúe en función de ello en el directorio. “Está en representación de los trabajadores y lleva la posición de la FFSP, que es apolítica”, dijo Fajián. Silva fue designado por un congreso de la FFSP y reafirmado por COFE y la Mesa Representativa del PIT-CNT. “Está totalmente avalado y nadie lo puede sacar”, aseguró.