-Desde que asumió la presidencia del Directorio, el PN se ha reunido con el PIT CNT y con la Universidad de la República (Udelar), instaló la comisión de Derechos Humanos en el PN y la Comisión de Cultura del partido reactivó su trabajo. ¿Qué objetivos tienen estas acciones?
-El PN está ávido de tener gente preocupada por el tema social, a veces nos parlamentarizamos mucho. Hay un déficit de un partido que debe entender que en lo social se generan las opiniones que después repercuten en el Parlamento. No estamos presentes en cosas que son del diario vivir.
-Esos ámbitos a los que se ha acercado están tradicionalmente vinculados a la izquierda. ¿El objetivo es ocupar un lugar de centroizquierda?
-El PN no es un partido de izquierda, pero no es de derecha. No estamos dispuestos a que nos encasillen y etiqueten. La Comisión de Cultura ya existía, yo la he potenciado, y es un tema que al PN le interesa. El PN está metido en la estructura de la Udelar, no como partido, sino como militantes blancos. Hay una actividad gremial que levanta banderas representantivas de lo que pensamos que hay que hacer en la Udelar. No hay ámbito donde no vayamos a dar batalla de presencia, y ese es uno. En derechos humanos, siempre hacemos referencia al pasado reciente y eso le ha hecho mal al tema. Hoy es un derecho humano el acceso a internet y la informática, que no se discrimine. Es verdad que la actitud que tenemos con el pasado también nos da credenciales para hablar de los temas de hoy y mañana, pero el PN tuvo en la dictadura a su peor enemigo, al punto de que para la apertura democrática la única condición que había era que Wilson estuviera preso. Y porque después tuvimos que arreglar una salida democrática que otros hicieron mal, no podemos quedar etiquetados como que defendemos la impunidad, es un camino que no elegimos nosotros. La Ley de Caducidad trató de terminar, porque no lo terminó, un episodio mal nacido que fue en el Pacto del Club Naval. No fue la salida blanca, fue la salida del PC, el FA y la Unión Cívica.
-En reuniones con el PIT CNT se planteó la posibilidad de apoyar una ley para extender los plazos de prescripción de los delitos de lesa humanidad hasta noviembre, ¿cuál es su opinión?
-Vamos a estudiarlo, pero nos tienen que decir qué pretenden llevar adelante y después lo discutiremos. No es bueno dar posiciones personales sobre este tema, porque estamos influyendo sobre una discusión que en mi partido tenemos que tener, y la Ley de Caducidad partió al medio al PN. Entonces lo quiero manejar con cuidado. No nos negamos a considerar ningún tema. Si tenemos un problema en la sociedad que todavía no fue bien resuelto -porque si no no estaríamos hablando de las cosas que seguimos hablando-, tenemos que tener una discusión seria.
-No se definen en función de izquierdas o derechas, ¿cuál es la ideología del PN entonces?
-El PN es un partido nacional y popular. Cuando digo nacional me refiero al nuevo nacionalismo que tiene que haber en un país y en un mundo que se globaliza cada vez más, y cuando digo popular es que nosotros abrazamos las causas del pueblo, que eso no quiere decir populismo. No somos representantes de ninguna oligarquía y quien lo dice ofende al PN, no somos el partido de los ganaderos ni del agro, no usamos camisas con caballito ni andamos en 4x4.
Heber por cuatro
Vázquez y Mujica. El gobierno de Vázquez fue cerrado, se abroqueló y no dejó que la oposición vea el presupuesto del Estado que no pasa por el Parlamento y que está en las empresas públicas. Mujica cambió sustancialmente al permitir la presencia de la oposición en los entes, y es algo a su favor. Vázquez buscó en ese monolito, que generaba manos enyesadas, una unidad muy férrea, muy absolutista y eran bastante frustrantes las discusiones en el Parlamento. En mérito de Vázquez, su conducción era más reservada y cuando aparecía tenía el protagonismo justo y necesario. Hoy tenemos todas las semanas un pronunciamiento del presidente que genera desconcierto en el sistema político y en el propio FA, que no sabe a qué atenerse.
Larrañaga – Mujica. Todavía tenemos debates internos sobre el relacionamiento con el gobierno; algunos creen que tenemos que ser más proactivos y otros entendemos que tenemos que provocar que el gobierno tenga capacidad de propuesta. Jorge tiene todo el derecho, y además nadie puede saber quién está acertado. Pero las estrategias de relacionamiento con el gobierno no hacen a la esencia del partido, son estrategias. En las elecciones veremos quién tiene razón.
El Herrerismo y los colorados. Los proyectos que presenta el PC, en relación a las firmas (por la baja de la edad de imputabilidad), son los que el Herrerismo siempre planteó. ¿Cómo vamos a estar en contra de lo que venimos diciendo hace 20 años? Debería sorprender si tuviéramos otra actitud. Si el PC se suma y plantea nuestras ideas no podemos sentirnos desplazados.
Montevideo. Concurrir a la elección interna sin candidatos a la Intendencia de Montevideo (IM), que es donde está la mitad del país, y después terminar en verano viendo quién agarra la candidatura, es una señal muy clara de que no nos importa o no estamos dando batalla por la IM, eso lo han recibido todos los montevideanos. En la última elección el hecho de haber conseguido el segundo lugar es un gran mérito de los dos candidatos, no del partido. El PN tiene que imponer un mensaje claro de que nos interesa gobernar Montevideo y formular desde ya nuestros candidatos. Estoy de acuerdo con Jorge Gandini. Pienso que a partir de marzo del año que viene deberíamos plantear la posibilidad de elegir nuestros candidatos.
-Pero hay blancos con ese perfil...
-Hay como en todos los partidos, ¿o no hay frentistas que andan en 4x4 o que usan camisas Polo? Yo he visto unos cuantos. Que se nos etiquete es una intencionalidad política, fue una batalla de opinión que en gran parte ha tenido éxito. Y quiero dar batalla y ganarla para que no se nos mire de esa manera, porque ya se nos ha encasillado en ese lugar -mucho más que lo de derecha o izquierda-, que defendemos a empresarios y no trabajadores, que defendemos al capital, que estamos contra el Estado y que no defendemos la soberanía. Para nosotros la soberanía no está en la telefonía, está en otras cosas, como los recursos naturales, en nuestro relacionamiento con la región. Hay órganos supranacionales que buscan licuar nuestra independencia, ahí levantamos nuestra voz. No admito que al PN se lo etiquete como el partido de la Asociación Rural o la Cámara de Industrias.
-¿Qué hizo el PN para que la sociedad lo viera así? Estas acciones para vincularse con la sociedad hasta ahora no se habían hecho.
-Bueno, quizás no con el énfasis y el posicionamiento con que lo estamos haciendo, con la dedicación... En este PN tuvimos a Carnelli, estaba Erro, militó Mujica, tuvimos a Fernández Crespo, y no era el partido de la oligarquía, entonces no sé por qué ahora se nos ha logrado poner esa etiqueta. Tengo que dar una batalla de opinión y que esto sea realidad de todos los días. La autocrítica que hizo el PN terminó, no culpando a uno, sino al partido. Yo también tenía mi cuota de culpa al no haber generado eso en el pasado como miembro del Directorio. Ahora, como presidente, tengo la fuerza necesaria y la investidura para poder llevarlo a los hechos.
-¿Por qué no lo pudo hacer Luis Alberto Lacalle?
-En la famosa gira de autocrítica del año pasado, estos fueron temas recurrentes. Era yo o cualquiera que viniera: tenía la obligación de llevarlo adelante. Coincido con la crítica de los compañeros, quizás sea culpa nuestra y no tanto mérito de nuestros adversarios haber permitido que se nos encasillara. Luis Alberto presentó un documento en febrero proponiendo cambios, y además hizo una confesión muy clara, dijo, “esta reforma no soy yo quien tiene que llevarla adelante, tienen que ser más jóvenes”. Un poco de razón tiene en eso, pero nosotros tenemos que ver la parte del vaso lleno. Si él no hubiera dejado ese espacio, yo no estaría donde estoy ahora. Entonces no veo lo que no hizo, veo lo que hizo, y creo que lo que no hizo lo tengo que hacer yo.
-¿Estos cambios implicarán modificaciones programáticas?
-Sí, ya lo estamos viendo. ¿Alguien imaginaba que el PN iba a tener un planteo de nacionalización del hierro? ¿Y la propuesta de autocultivo de la marihuana? ¿O los preconceptos en la sociedad uruguaya hubieran pensado que esa propuesta sólo la podía hacer el FA? ¿Alguien podría haber pensado que somos muchos legisladores que estamos de acuerdo con el matrimonio gay?
-Con la renuncia de Lacalle a ser candidato en 2014, ¿cómo ve al Herrerismo de cara a las elecciones?
-Todos hemos entendido que Unidad Nacional (Una), no ya el Herrerismo, es el gran paraguas que nos une y quien puede sostenerlo es Lacalle. Una no solamente fue una alianza electoral, hemos actuado juntos en el Parlamento y en el directorio. El Herrerismo es quizás una de las principales fuerzas, sino la principal, de sostén y está en proceso fermental, también provocado por Luis Alberto. Eso está generando la aparición de nuevos sectores, de nuevas alianzas o de nuevas figuras, que van a generar nuevas candidaturas.
-¿Qué candidaturas ve?
-Yo no puedo hablar, me veo a mí. Estoy en una posición en la que debo demostrar que sé conducir al PN. Si la gente está conforme me podrán ver como posible conductor del país. Indudablemente es una figura de referencia Ana Lía Piñeyrúa, Francisco Gallinal; están apareciendo nuevas como Lacalle Pou, José Carlos Cardoso. Tenemos un elenco bueno. Todas las sorpresas que se están generando en el PN sobre planteos renovadores son dentro de Una y el Herrerismo. La nacionalización es de Cardoso, el autocultivo es de Lacalle Pou, el matrimonio gay lo hemos planteado varios, pero dentro de nuestro sector.
-¿El medio ambiente es una nueva bandera dentro del PN? Muchos cuestionan al gobierno de Lacalle como el que implantó el modelo forestal.
-La ley forestal se votó en el '87, no es cierto que la política forestal la implantó el gobierno de Lacalle. Fue presentada por académicos y aprobada por unanimidad. La tuvo que aplicar Lacalle, pero no fue política de su gobierno. Ahora se está posibilitando para Montes del Plata una actividad forestal en un radio de 200 km en donde están las mejores tierras del país (en Colonia). No estoy en contra de los emprendimientos forestales, pero necesitamos una fiscalización en casos de suelos que no son aptos para otra producción. Lo que sí hizo el gobierno del PN fue crear el Ministerio de Medio Ambiente, que hoy debería ser un ministerio aparte. No sólo no cambiamos de opinión, sino que somos los promotores del tema ambiental en el país.