El año pasado, el presidente estadounidense, Barack Obama, confiado en que tuvieran éxito las negociaciones entre israelíes y palestinos que auspiciaba su país, dijo que confiaba en que existiría para 2011 un "un acuerdo" que diera "lugar a un nuevo miembro de Naciones Unidas, un estado de Palestina, independiente y soberano".
Dijo también que era posible que esto no ocurriera y que en la sesión anual de la ONU de este año, las naciones se reunieran a hacer "lo mismo" que "en los últimos 60" años, a "presentar las mismas resoluciones", a "continuar una discusión que no ayudará a un solo niño israelí o palestino a lograr una vida mejor". Había dicho que prefería la primera opción para el conflicto en Oriente Medio, que "es tan antiguo" como la ONU.
A la vista de lo que fue el primer día de la Asamblea General de la ONU, que inició su 66º periodo de sesiones, se podía pensar que Obama no se había equivocado del todo. Pero ayer, el mandatario volvió a hablar, como el año pasado, del conflicto entre palestinos e isralíes. Como en 2010, defendió el método de la negociación, pero esta vez insistió en que éstas deben ser el paso previo al reconocimiento de un Estado palestino.
Por lo tanto, confirmó su intención de vetar la solicitud que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) presentará mañana, cuando le toque tomar la palabra ante el plenario. Esa demanda, que será sometida al Consejo de Seguridad, aspira a que la ONU reconozca a un Estado palestino como miembro pleno, y con las fronteras que existían antes de la guerra árabe-israelí de 1967.
Al cierre de esta edición, Obama y Abbas salieron de una reunión bilateral que terminó sin que se reportara ningún progreso. En ese encuentro, según adelantó ayer en conferencia de prensa uno de los negociadores palestinos, Nabil Shaath, el presidente de la ANP pensaba exponerle a Obama las razones de su solicitud. "Queremos la plena adhesión a la ONU y eso se hace en el Consejo" de Seguridad, aseguró. Además agregó que para los palestinos tener un Estado no sustituye las negociaciones.
"Es moral y legalmente correcto lo que estamos intentando hacer, que es unirnos a la ONU", subrayó Shaath. Además, destacó que para los palestinos "Estados Unidos tiene una responsabilidad; el señor Obama habló hace un año de tener a Palestina sentada aquí”.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ofreció a Abbas en un comunicado "iniciar negociaciones directas en Nueva York, que continúen en Jerusalén o en Ramala [...] en vez de perder el tiempo con acciones unilaterales carentes de expectativas". Shaath respondió que los palestinos están dispuestos a negociar pero opinó que "Netanyahu no está preparado para discutir de nada y, en realidad, rechaza hacerlo".
Según el negociador palestino, Ban se habría comprometido a recibir la solicitud de la ANP y a estudiar el tema, sin retrasarlo por razones políticas, informó la agencia de noticias EFE.
No obstante, la agencia de noticias AFP indicó que el Consejo de Seguridad de la ONU podría tardar "varias semanas" en decidir si admite o no la solicitud palestina, de acuerdo al canciller francés, Alain Juppé. Según el ministro, esto permitiría al consejo ganar tiempo en busca de otra solución. En el mismo sentido se expresó el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que lanzó la idea de establecer un calendario con un plazo de un año para que palestinos e israelíes lleguen a un acuerdo de paz definitivo. Implicaría el comienzo de negociaciones en un mes, a más tardar, y que los palestinos obtengan en la ONU un estatus de Estado observador, no de miembro pleno.
"Hay que dejar de debatir hasta el infinito y comenzar la negociación según un calendario preciso: un mes para retomar las conversaciones, seis meses para ponerse de acuerdo sobre las fronteras y la seguridad, y un año para alcanzar el acuerdo definitivo", dijo Sarkozy. También estimó que para "Palestina, un estatuto de observador en Naciones Unidas, sería un paso importante y saldríamos del inmovilismo del que se alimentan los extremistas". Ayer Obama evitó pronunciarse en público sobre la propuesta al reunirse con su par francés.
Otros pasos
La Asamblea fue inaugurada ayer por primera vez por una mujer, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que comenzó su discurso destacando ese hecho. “Estoy convencida que éste será el siglo de las mujeres”, dijo en la sesión, de la que participan 120 mandatarios.
En su discurso también abogó por un Consejo de Seguridad de la ONU que “refleje la realidad contemporánea” y, por lo tanto, permita mayor participación de los países en desarrollo. Aseguró que “Brasil está preparado para asumir su responsabilidad como miembro permanente” de ese organismo. De esa manera, Rousseff asumió otra vez el papel de vocera de los países emergentes para reformar las instituciones multilaterales.
También habló del conflicto que centró la atención en esta sesión de la ONU: “Brasil reconoce al Estado palestino dentro de los límites de 1967 fijados por la ONU. Creemos que llegó el momento de que se lo reconozca porque sólo una nación palestina libre y soberana, que reconozca las necesidades legítimas de Israel podrá vivir en paz”.
Luego, siguiendo la línea mayoritaria entre sus pares latinoamericanos, otra mandataria, la argentina, Cristina Fernández, defendió la solicitud palestina y una reforma de la ONU, cuyo equilibrio, estimó, “está roto”. En cambio, Colombia se destacó al defender la línea estadounidense e israelí y pronunciarse en contra del ingreso palestino a la ONU sin negociaciones previas.