-Es el primer secretario general del PS con trayectoria y residencia en el interior más profundo del país.
-Sí, hubo compañeros como José Pedro Cardoso, Gargano o José Díaz, todos nacidos en el interior, pero con una trayectoria y actividad política desarrollada en la capital. También estuvo Roberto Conde, que fue secretario siendo un militante proveniente de Canelones, pero del interior más lejano es la primera vez. He desarrollado toda mi militancia en el lugar en donde nací, me crié y donde vivo. Además no voy a modificar mi residencia, seguiré viviendo en Melo y trasladándome a los distintos lugares donde sea necesario.
-Una de las definiciones del Congreso es fortalecer el trabajo en los sindicatos y organizaciones sociales. ¿Hubo un descuido por parte del PS de estos ámbitos históricos de la izquierda en los últimos años?
-El hecho de que el PS haya volcado cuadros militantes a desarrollar actividades de gobierno lleva a que tengamos que atender esa situación. Y hay que ser consecuentes porque luchamos muchos años para llegar al gobierno y ahora tenemos que atender esa actividad porque la gente nos votó y lo exige. Eso puede ser evaluado como una disminución en la presencia en las organizaciones sociales y sindicatos. Pero estamos trabajando con muchísimos compañeros que están insertos, y lo que nos falta es vincularlos más a los lineamientos de acción política del partido. Ahí tenemos alguna debilidad, porque hay compañeros que nos damos cuenta de que los tenemos ahí cuando ellos vienen a demandar respuestas a problemas que están enfrentando. También es cierto que el partido durante años junto al FA estuvo articulando un bloque de poder alternativo al del gobierno de los partidos tradicionales, y desarrollamos un fuerte vínculo con las organizaciones. Hoy eso ha cambiado; no podemos prescindir de esos lazos, pero hay que construirlos con otras perspectivas. Hoy somos gobierno y tenemos que seguirlos generando para sustentar y profundizar las acciones del mismo.
-Va a ser el secretario general durante el período electoral y eso implica muchos desafíos, como determinar la candidatura del FA. ¿Se insistirá con Tabaré Vázquez?
-Estamos trabajando en la elección del presidente y las autoridades del FA de mayo de 2012. Ése es un aspecto central de nuestra etapa inicial como dirección partidaria. Luego tenemos que discutir el perfil programático del FA, de qué forma podemos ir avanzando y profundizando en la propuesta política de acuerdo a la nueva realidad del país. Las candidaturas van a venir luego, en los tiempos necesarios. Pero pensar en que el doctor Tabaré Vázquez pueda estar fuera de la discusión política es un hándicap que los frenteamplistas no nos podemos dar. La sociedad uruguaya no puede prescindir de figuras políticas que tienen trascendencia, no para ser candidato, sino para que tenga un rol en la sociedad, porque los referentes políticos a veces sin ser candidatos juegan en definiciones, en orientar la discusión de los temas, y en eso tenemos que poder contar con Tabaré. Por otra parte, creemos que 2012 no es el momento para discutir candidaturas, porque estamos convencidos de que tiene que ser el año en que el gobierno despliegue toda su capacidad de gestión y realización, y para eso no puede estar teñido de discusión electoral, porque distrae energías.
-¿Han debatido sobre el candidato a presidente del FA, tienen algún nombre o perfil decidido?
-El tema se venía considerando previo al congreso. Estamos convencidos de que el presidente del FA tiene que tener una identidad muy grande con la historia y con la construcción del FA, tiene que tener esa seña de identidad para proyectar al FA en los próximos años. También rescatamos el esfuerzo por lograr candidaturas ampliamente consensuadas, que más allá de que haya sectores detrás, surjan de una elaboración política de consenso dentro del FA.
-¿Qué piensa de la dicotomía que se señala en la conducción económica del país entre el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el equipo de economistas de Presidencia?
-En realidad hubo puntos de vista distintos en la discusión de algunos temas, pero tal vez la polarización se expresa a nivel de la opinión pública o de la transmisión que realizan distintos comunicadores, porque lógicamente hay dos figuras que trascienden fuertemente a la fuerza política, que son el presidente y el vicepresidente. No creo que existan dos equipos económicos. Es uno solo. Es cierto que estos dos compañeros tienen un gran peso político como referentes más allá del FA, por sus responsabilidades, y también hay algunas propuestas que han estado más cargadas por la iniciativa del presidente, pero eso no quiere decir que contradiga a algún ministerio. Desde el punto de vista de la polarización a lo interno del FA parece como que existen esos dos grupos partidarios mayoritarios, pero en realidad todo depende de cómo se mire. El PS es la segunda fuerza que surge en las elecciones departamentales. En uno de los proyectos de ley de 2011, el de los contratos de Participación Público Privada (PPP), vino un proyecto del Poder Ejecutivo muy consolidado, y en la etapa parlamentaria los legisladores del PS jugamos un rol sustantivo para transformarlo y hacer de una asociación pública privada inicial, el proyecto que finalmente fue. Eso fue un cambio de contenido fundamental, que es garantista de la gestión del Estado para el desarrollo de infraestructura.
-¿Qué piensa de las lecturas que se hacen en Argentina comparando el perfil de Mujica con el de su predecesor Vázquez en cuanto al relacionamiento con ese país?
-Quien fuera canciller en el gobierno de Vázquez, Reinaldo Gargano, siempre defendió con contundencia la integración regional como una estrategia de desarrollo de la relaciones internacionales. Se hizo un esfuerzo por mantener las buenas relaciones con los puentes cerrados y hubo negociaciones de todo tipo para solucionar por la vía del entendimiento esa situación de tensión. Lo que se hizo en aquel momento lo capitalizó el gobierno de ahora, y Mujica, con su capacidad negociadora, supo poner el elemento de persuasión para que cristalizara el levantamiento de los puentes. Pero el relacionamiento con Argentina sigue siendo dificultoso, porque en las relaciones comerciales seguimos teniendo dificultades, porque nos bloquean productos exportables por ejemplo. También está el vínculo político, porque hay afinidad entre sectores, pero eso no hace a las relaciones internacionales. Nosotros los socialistas tenemos un fuerte vínculo político con el Partido Socialista Argentino, una hermandad de hace mucho tiempo, que se vio en el proceso electoral argentino cuando Tabaré concurrió a un seminario en la organización política que presentaba a Hermes Binner como candidato a presidente.
-¿Qué piensa del recurso que presentaron algunos integrantes del PS cuestionando el resultado de la elección al CC y que luego no concurrieron a la sesión en la que usted fue electo secretario general?
-Desde los años 90 existe la cuotificación en el PS para los cargos de dirección. Hay una proporcionalidad que respetar entre hombres y mujeres. En el congreso hubo una participación de unos 840 congresales, en la votación participaron alrededor de 760, de ésos hubo un porcentaje de votos anulados. Dentro de los 700 validados se cuestionaron 49, por lo tanto es una mínima proporción. Se cuestionó porque la diferencia era en un cargo femenino. La comisión electoral había hecho un acuerdo antes de abrir cualquier sobre, de que por un cargo no se iba a anular ningún voto y hubo acuerdo de todos los miembros y de los veedores que estaban. Y eso pasó con esos 49 votos, por lo tanto no se anularon. Además la proporcionalidad del CC no cambió, porque hoy tiene 44% de cargos de mujeres. Nos parece que hay garantías de transparencia e independencia que determinaron este resultado. En cuanto a la actitud de los compañeros, creo que cada cual tiene la libertad de asumir las decisiones y las actitudes que le parezca y siempre llega el momento en que rendimos cuentas. Eso lo valorará el partido en su momento. Los compañeros ya están integrados al nuevo Comité Ejecutivo provisorio y ellos mismos dicen que se van a incorporar posteriormente al CC, y de esta manera consolidar un proceso de trabajo que yo creo que no está cuestionado en el aspecto de que la democracia partidaria funcione.