Algunos resultados de los casi 200 referéndums que se celebraron en 38 estados marcarán un antes y un después, casi tanto como la reelección de Barack Obama como presidente.
En Maryland se aprobó una versión estadual del Dream Act de Obama, iniciativa bloqueada en el Congreso desde 2010. En ese estado, los ciudadanos aprobaron que los jóvenes que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, junto a sus padres que inmigraron sin papeles, puedan acceder a la educación universitaria pública al mismo precio que los estadounidenses, si pagaron impuestos y asisten a un centro de educación secundaria del Estado durante tres años.
Por otra parte, Maryland, Maine y Washington aprobaron el matrimonio entre personas del mismo sexo, mientras que en Minnesota fracasó el intento de prohibir una ley similar mediante una reforma de la Constitución del estado que definía el casamiento como la unión entre un hombre y una mujer.
Estos resultados tienen un alcance aún mayor si se tiene en cuenta que hasta ahora hubo 30 referéndums impulsados en distintos estados para autorizar estos matrimonios pero ninguno prosperó. Los avances sólo se habían alcanzado por vía judicial o parlamentaria. Así fue que el matrimonio entre personas del mismo sexo se legalizó, en el pasado, en Connecticut, Iowa, Maryland, Massachusetts, New Hampshire, Vermont y Washington, y en el Distrito de Columbia.
En otras consultas, los estados de Colorado y Washington se convirtieron en los primeros del país en despenalizar el consumo recreativo de marihuana. Pero la misma propuesta, que va en contra de las leyes federales que consideran a la marihuana ilegal, fue rechazada en Oregon. Por su parte, la legalización del consumo de marihuana con fines medicinales no prosperó en Arkansas, fue autorizado en Massachusetts y reformulado en Montana.
En este último estado, se aprobó también una norma que establece que será necesario el permiso de los padres para que una menor de edad pueda abortar, y otra según la cual los inmigrantes sin papeles ya no podrán acceder a los servicios públicos.
Un intento de prohibir el uso de fondos estatales para financiar abortos cuando el embarazo no haya sido resultado de una violación, de incesto, o que no se justifique por riesgo para la vida de la madre, no cuajó en Florida. Tampoco se dio el aval a que las instituciones religiosas reciban fondos públicos.
Por otra parte, Massachusetts rechazó el suicidio asistido y California optó por mantener la vigencia de la pena de muerte. Este último estado también se negó a que los alimentos que contengan transgénicos lo señalen a los consumidores, algo que causó satisfacción entre los gigantes de la industria agroalimenticia, que invirtieron 40 millones de dólares en propaganda televisiva para frenar una iniciativa que hubiera sentado un precedente en Estados Unidos.
Entre muchas consultas, el intento de hacer que el Gran Cañón pertenezca a Colorado y ya no sea propiedad federal, tachado de inconstitucional, no tuvo éxito, mientras que en Los Ángeles ya no se podrá filmar películas pornográficas sin usar preservativo.