Todo empezó en Bariloche el jueves. En las horas siguientes los saqueos se extendieron al punto de que, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, entre el principio de los saqueos y ayer, por lo menos 292 comercios fueron robados en 40 ciudades, entre ellas varias del gran Buenos Aires, Tucumán y Santa Fe. En Rosario murieron dos personas en saqueos a supermercados chinos. Una tercera persona, un peatón que no participaba en esos hechos, murió el sábado de noche en San Miguel de Tucumán, atropellado por un camión cuyo conductor se escapaba por miedo a que le robaran la mercadería. El camionero nunca paró y está prófugo.
En todo el país los choques entre saqueadores, comerciantes, y fuerzas de seguridad dejaron decenas de heridos y más de 600 detenidos. Sólo en la provincia de Buenos Aires, de acuerdo a lo publicado ayer por el diario argentino Página 12, la Justicia procesó con prisión a unos 400 imputados por robo y hurto calificado el sábado.
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, declaró que integrantes del sindicato de camioneros, dirigido por Hugo Moyano, líder de la facción opositora y no reconocida de la central sindical Confederación General del Trabajo (CGT), podrían encontrarse entre los participantes de los saqueos en Campana (en el noreste de la provincia de Buenos Aires), y los acusó de no ser “capaces de discutir democráticamente sus ideas” y de querer “crear caos, violencia”.
En el mismo sentido, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, dijo que los robos “no casualmente ocurren en una fecha como ésta”, ya que el jueves, 20 de diciembre, se cumplieron 11 años de la caída del gobierno del entonces presidente Fernando de la Rúa, en medio de protestas y saqueos, en plena crisis de 2001.
De acuerdo con Página 12, también los expedientes judiciales muestran que los hechos fueron orquestados y apuntan a opositores al gobierno nacional, al gobierno de la provincia o a la intendencia de los lugares donde ocurrieron.
Ese diario y también lo publicado por el periódico La Nación apuntan a rumores, llamados desde redes sociales, mensajes de texto y líderes locales que aseguraron a los habitantes de barrios humildes que un supermercado iba a donar mercadería. Pero las grandes superficies cambiaron sus métodos desde lo ocurrido en 2001 y ya no reparten en sus puertas. Ahora, como medida de precaución, hacen donaciones de forma directa en el comedor o la sede de la organización que vaya a recibir la mercadería. Por lo tanto, la gente convocada fue y se encontró con que no había entrega. Como la seguridad también fue reforzada en los últimos años, terminaron saqueando pequeños comercios. De acuerdo con La Nación, líderes peronistas podrían estar detrás de lo ocurrido, y se supone que de ser así, son peronistas disidentes.
Moyano, cuya CGT es llamada ahora Azopardo, por la calle de su sede, rechazó las acusaciones y amenazó con recurrir a la Justicia. “Hay muchísima necesidad, que se ve reflejada en esto. No puedo imaginarme que esto haya sido armado por alguien”, dijo en declaraciones a la emisora argentina Radio Mitre. Además aseguró que “hay gente que no la está pasando muy bien” mientras que “el gobierno habla como si estuviéramos viviendo en el mejor año de la historia de Suiza”. “Nos ha sorprendido a todos lo que viene ocurriendo desde hace 48 horas. Pero lo que más nos ha sorprendido es la forma en que los funcionarios atacan, descalifican y acusan al mejor estilo de las dictaduras a quienes tenemos la representatividad de los trabajadores”, dijo luego en una rueda de prensa. “Si tienen pruebas y agallas, que nos detengan”, desafió Moyano, y agregó que piensa presentar una denuncia ante la Justicia “para que estos lenguaraces de una vez por todas callen la bocaza y no digan esas estupideces”.
En el mismo sentido habló Alberto Fernández, que fue jefe de Gabinete del ex presidente Néstor Kirchner y que ahora es opositor al gobierno de Cristina Fernández. En su opinión, los saqueos son “un llamado de atención para el gobierno” y opinó que “hay problemas en la marginalidad que no son atendidos suficientemente” y que “un plan social que se vio deteriorado por la inflación no resuelve [sino que] ayuda a sobrellevar la pobreza, pero no saca de la marginalidad”.
En tanto, otro opositor, el socialista y presidente del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, dijo que lo ocurrido en los últimos días es “diferente” a los saqueos de otros años, porque estos últimos fueron “actos vandálicos” y no “están ligados a la pobreza”. Sin embargo, descartó que Moyano u otros sindicalistas opositores como Pablo Micheli (de la Central de Trabajadores de la Argentina) y Luis Barrionuevo (de otra CGT no reconocida, la “Azul y Blanca”) estén detrás de lo ocurrido. Medios oficialistas aseguraban ayer que en el Gran Buenos Aires, Héctor Adrián Sforza, un hombre vinculado al gremio de camioneros, había sido detenido en los saqueos.