El carnaval paulista se tiñó de política ayer, cuando un homenaje al ex presidente Lula da Silva recorrió el Sambódromo. La escola de samba Gaviões da Fiel, de la hinchada de Corinthians, el cuadro de Lula, homenajeó al ex presidente, que estaba representado allí por su esposa, Marisa.
El carro alegórico incluyó una pantalla en la que se transmitió un mensaje grabado por Lula, de cabeza rapada y sin barba, en el que agradecía el homenaje y saludaba, hablando con un tono más ronco que de costumbre por los efectos de la radioterapia. Lula recibió ese tratamiento por un tumor de laringe que si bien desapareció, según anunciaron los médicos, éstos evitaron declarar “curado” al ex mandatario.
Pese a que no pudo asistir, Lula fue el centro de la atención en el Sambódromo cuando la escola contó la historia del líder del gobernante Partido de los Trabajadres (PT). Entre carros y fantasías que remitían a la imagen del ex presidente, los integrantes comenzaron el desfile con barbas postizas y ropas de obrero -en referencia a los comienzos de Lula como líder del sindicato metalúrgico- y lo terminaron cambiando de vestimenta y convirtiéndose en presidentes.
Terminado el desfile, Marisa Letícia contó que su marido la había llamado y le había dicho que quedó emocionado con el homenaje. Es posible que la escola cuente con Lula para el sábado, si mejora su estado de salud. Quizá la presencia de Lula permita que haya mayor concurrencia de políticos que faltaron a la noche de carnaval tras haber confirmado que irían.
Pero en año electoral las miradas estaban puestas no sólo en quiénes faltaban, sino también en qué hacían los que estaban en el Sambódromo. Por ejemplo, el ex ministro de Educación, Fernando Haddad, precandidato del PT a la alcaldía de San Pablo para las elecciones municipales de octubre.
Lula fue quien se puso al frente de la lucha del PT para recuperar el estado más rico y poblado de Brasil, cuya gobernación está en manos del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) desde 2001 y en el ámbito municipal desde 2004. Incluso durante su internación en el Hospital Sirio Libanés participó en 34 de las 51 reuniones políticas que se mantuvieron desde fines de 2011.
Las elecciones en ese estado siempre son consideradas las más importantes, no sólo por su peso económico y político, sino también porque el cargo de alcalde de San Pablo ha servido como trampolín a la presidencia -más que ocupar cargos en el gabinete del Ejecutivo brasileño, por ejemplo-.
Pero además en esta ocasión las elecciones en San Pablo son consideradas el primer referendo del gobierno de Dilma Rousseff y se espera verificar que la mandataria cuenta con un apoyo mayor en las clases medias altas y altas que predominan en el rico estado.
Para contrarrestar la fuerza y dedicación del PT a las elecciones paulistas, el PSDB evalúa desde hace algunas semanas la posibilidad de tentar a José Serra para que se presente como candidato a alcalde. Si el ex candidato presidencial y ex alcalde y gobernador paulista accediera, chocarían en las elecciones locales dos pesos pesados de dos de los mayores partidos brasileños.