En total eran 592.344 los jóvenes de 16 inscripciones para votar ayer en las legislativas argentinas. En los circuitos electorales de la provincia de Buenos Aires que recorrió la diaria, la mayoría en Almirante Brown, al lado de Lomas de Zamora, era difícil encontrarlos. Cerca del cierre de las urnas, en el Colegio Nacional de Buenos Aires habían votado unos “pocos” menores de 18 años, según los encargados de mesa.
De mañana, en un circuito de la provincia, María Alejandra, de 17 años, respondió con timidez al ser consultada sobre por qué había ido a votar. “Algo tenía que hacer”, respondió. Dijo que “a los 16 años una persona no está preparada” para ejercer el voto, y que si bien votó “distinto” a su padre, tomó esa decisión después de charlar con él. “No voté a [Sergio] Massa porque estuvo con [Carlos] Menem y no me gusta”, dijo, tajante. En cambio, Yolanda, de la misma edad, sí votó al dirigente opositor, porque le “parece bueno”, pero dijo que si había ido a votar no era por interés propio, sino porque pensó que era obligatorio.
También de 17 años, Joaquín era uno de los numerosos fiscales de mesa voluntarios que supervisaron el voto en todo el país, mediante partidos y organizaciones sociales. Estaba apurado, tenía que ir a votar a un lugar que no era el que le tocó supervisar. Sin embargo, en la puerta de la Escuela de Educación Secundaria Nº22 de Mármol, en Almirante Brown, dijo que había votado por el Frente para la Victoria. ¿Por qué? “Porque vi lo que hacían y me gustó”, respondió.
Según una encuesta publicada por UNICEF en la que se consultó a los jóvenes menores de 18 años que ahora pueden votar en Argentina, 56% de éstos consideró que era “positivo” tener esa posibilidad, pero 36% no la tomó en cuenta.
Fabián, también de 17 años, cumplía con dos particularidades: ser menor de 18 y originario de Paraguay. Los extranjeros pueden votar en Argentina con la ley electoral de 2009 (la misma que habilitó el voto a los 16 y 17 años), pero no en elecciones nacionales. En este caso, se votaban legisladores provinciales.
A pocas cuadras, en el Jardín de Infantes Nº 905, la diaria consultó a Joaquín cuando salía de sufragar en ese circuito, dedicado sólo a los extranjeros. Fabián votó sin ganas, pensando que era obligatorio. Dijo haber elegido a “cualquiera”. Su hermano Benjamín, de 23 años, también votó y con ganas, ya que vive desde hace diez años en Argentina, según explicó. En ese circuito había una presidenta de mesa uruguaya, Dolly Dorta, que vive en Argentina desde hace 30 años.
Entre otras personas, la diaria también habló con María, de 66 años, de nacionalidad italiana pero que reside en Argentina desde que tiene seis años. “Soy más argentina que cualquiera”, dijo, antes de explicar que era “la primera vez” que votaba.
Los extranjeros suman, entre la ciudad y la provincia de Buenos Aires, unos 314.000 votantes potenciales, pero sólo pueden participar en las elecciones en algunas provincias que aprobaron esta parte de la reforma electoral.