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Diputado blanco considera que interpelación de Amado fue la peor de las últimas tres legislaturas.

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Cuando el diputado colorado Fernando Amado (Vamos Uruguay) interpeló el jueves en la Comisión Permanente al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, prácticamente no hubo participación de los otros cuatro legisladores de la oposición que estaban en sala: los senadores José Amorín Batlle (Partido Colorado, PC) y Sergio Abreu (Partido Nacional, PN), y los diputados nacionalistas Ricardo Berois y Pablo Iturralde.

En una sesión que duró más de seis horas, recién en la media hora final fue posible escuchar las voces de estos legisladores.

Amorín se dedicó a contestar una “alusión política” de uno de los legisladores del Frente Amplio (FA) al PC, mientras que Abreu e Iturralde pidieron que no se haga “paternalismo” ni “botijeo” con el diputado interpelante.

El líder de Propuesta Batllista (Proba) expresó que fue consultado por Amado acerca del llamado y que le dio el visto bueno, pero no intervino porque “era una interpelación de él, que era el protagonista, quien había pedido la interpelación y quien tenía que exponer el tema”.

Berois admite que él hubiera ido “por otro camino”. “Amado fue por el lado de la confrontación y se quedó en eso”, dijo. Según evaluó, su par colorado “no tenía un análisis respecto a si se había ejecutado bien el dinero que el Parlamento le había votado. Era mucho más por buscar un efecto sensacionalista, que si el ministro había aplicado bien los recursos o no”.

El representante nacionalista piensa que en este caso se buscó más un “enfrentamiento marquetinero que ir hacia las causas de la inseguridad” y que Amado “se centró en cosas laterales que no valían la pena”. Berois no esconde que quedó desconforme con esta instancia: según su punto de vista se trató de la peor interpelación en la que le tocó participar desde que asumió su banca en 1995.

En tanto, Abreu dijo que “más que plantear si se violó o no a una señora, hubiera enfatizado en la falta de profesionalización e incentivo de la Policía en el establecimiento de la institución”. No obstante, destacó que cada parlamentario tiene su “estilo propio”.

Iturralde, en tanto, prefirió no opinar y sostuvo que “no califica” las interpelaciones de otros legisladores. Lejos de eso, Berois planteó además que Amado “la completó” con sus recientes declaraciones sobre febrero de 1973. Recientemente, el colorado publicó en la red social Twitter su intención de realizar una sesión especial de la Comisión Permanente, en conmemoración a los 40 años de los comunicados 4 y 7 de las Fuerzas Armadas, en donde “el Parlamento nacional no se reunió a pesar de la gravedad de los hechos”. “Eso de que los políticos estaban de licencia y por eso hubo golpe de Estado es una locura, eso es bien de un análisis militar, de los dictadores”, expresó el diputado blanco. Abreu tampoco estuvo acuerdo: “El problema no era que [los políticos] estaban de vacaciones, sino que los que concurrieron y estuvieron eran espectadores de una crisis interna del Ejército con la Marina. Ésa no se la llevo”.

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