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El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente José Mujica, ayer, durante el foro "¿Transformaciones en riesgo? Perspectivas y tensiones del progresismo en América Latina".

Foto: Pablo Nogueira

Hasta las manos

2 minutos de lectura
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Un comentario sobre los Kirchner, sin advertir que los micrófonos lo registraban, causó una protesta diplomática.

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El club 12 de Octubre de Sarandí Grande, en principio engalanado para albergar al Congreso de Intendentes (CI), terminó siendo tabla de una escena que nadie advirtió in situ pero cuya onda expansiva cruzó fronteras. Pocas horas después de que se conocieran los polémicos dichos de José Mujica -sintetizados en el hashtag #EstaViejaEsPeorQueElTuerto- el canciller argentino Héctor Timerman llamó al embajador uruguayo Guillermo Pomi y le entregó una nota de protesta.

El gobierno argentino expresó su “profundo malestar” con las expresiones y consideró “inaceptable” los comentarios “denigrantes que ofenden la memoria y la investidura de una persona fallecida”, realizadas “particularmente por alguien a quien Nestor Kirchner consideraba su amigo”.

La carta también aclara que la presidenta argentina no emitirá opinión sobre los “agravios”, ya que las “históricas relaciones que han unido a nuestros países no deberían ser afectadas” por los dichos de Mujica. El gobierno uruguayo permaneció ayer en silencio y no resolvió aún si responderá la nota.

La historia comenzó minutos antes de las 12:00. Mujica llegó al club y adelantó que andaba apurado. Quería ir a ver a Lula. “Es una figura importante de un país importantísimo para nosotros. Tengo que gastar todo el tiempo posible en esa relación. La verdadera diplomacia no es una gestualidad que hacen las cancillerías; la verdadera diplomacia significa cultivar amigos que puedan tener importancia en decisiones de carácter estratégico”. Y con esa conversación siguió después, cuando dejando el salón de baile se fue, conversando con el anfitrión Carlos Enciso, hasta una atiborrada sala Azul en la que se firmarían los convenios. El ensordecedor murmullo de la sala y la demora de la mayoría de los intendentes en ir colocándose como podían en el espacio hacia el que apuntaban las cámaras, le dieron a Mujica, ya sentado junto a Enciso, la posibilidad de hacer, en una aparente intimidad sonora, los comentarios finales de la charla. “Es que para conseguir algo con Argentina, tenés que recostarte un poquito a Brasil”, dijo el presidente, cuya voz en ese lugar sólo podía escuchar Enciso; pero los micrófonos estaban abiertos frente a ellos. “Esta vieja es peor que el tuerto”, comentó, en referencia a Cristina Fernández y Néstor Kirchner. Enciso asintió. Incluso se ‘pisaron’ al destacar que el difunto expresidente argentino “era más político”. Mujica fue más claro: “ésta es terca”, e ironizó: “¿a un papa argentino que vive 77 años le va a explicar lo que es un mate y un temo?”, recordando la escena en la que Fernández le entregó un obsequio a Jorge Mario Bergoglio explicándole que era “un equipo de mate”. La conferencia comenzó y de inmediato empezaron a caer los sms avisando, a quienes estaban adentro, lo que se había escuchado en la transmisión online de Presidencia como de los canales que emitían en directo.

El presidente de la República también habló en la conferencia, pero a conciencia de micrófono abierto. Luego abandonó el 12 de Octubre y fue unos minutos hasta el Deportivo Sarandí. Allí supo, de la boca de Enciso, que no sólo él lo había escuchado. Cuando se retiraba del 'Depor' y de Sarandí, ante vista y oído de quien esto escribe se acercó a Enciso y le pidió: “a vos si te preguntan, deciles que no escuchaste nada”.

Palabras más, palabras menos, eso fue lo que hizo Enciso en las declaraciones que hizo a la prensa durante la tarde. Mientras, Mujica hablaba con La República con ánimo de desmentir: “Yo estaba hablando de Lula y de Brasil. Públicamente nunca hablé de Argentina”. Y culminó: “Yo no les voy a dar pelota ni voy a recorrer el mundo aclarando nada. Que inventen los bolazos que quieran'.

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