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Estados Unidos manifestó que tiene elementos suficientes como para responsabilizar a Corea del Norte por el ciberataque que sufrió la empresa Sony Pictures. Debido a esa acción y también a amenazas, la firma canceló el estreno de la película The Interview, en cuya trama hay un plan para matar al gobernante norcoreano Kim Jong-un. El ciberataque fue reivindicado por un grupo de hackers que se hace llamar Guardianes de la Paz.

El gobierno estadounidense anunció que comenzó un proceso para evaluar la posibilidad de incluir a Corea del Norte en su lista de países que patrocinan el terrorismo. Ingresar a esa lista negra implica prohibiciones y restricciones sobre el comercio y la ayuda financiera. Además, Washington pidió ayuda a China para compartir información y contener esos ciberataques. Contra la opinión de algunos dirigentes, como el republicano John McCain, el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que lo que ocurrió no fue un “acto de guerra” sino “de cibervandalismo”, y agregó que su país lo toma “muy en serio”. Obama agregó: “Responderemos proporcionalmente”.

Acerca de la decisión de Sony Pictures de suspender el estreno de la película, consideró que fue un error que sienta el precedente de que “un dictador de otro país nos puede alterar mediante un ciberataque”.

El gobierno norcoreano dijo que las acusaciones de Washington son calumnias, que no es responsable de lo ocurrido, y propuso una investigación conjunta entre los dos países al respecto, algo a lo que Washington no accedió. Ayer, ante la advertencia de Estados Unidos de que responderá al ataque, Pyongyang dijo que llegado el caso, “sobrepasará” esa respuesta.

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