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Nueva jornada de manifestaciones en apoyo a los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos, ayer, en Ciudad de México (México). Foto: Alex Cruz, Efe

Igual pero diferente

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Sigue la búsqueda de los estudiantes desaparecidos en México luego de que se identificaran los restos de uno de ellos.

Con la identificación de Alexander Mora, uno de los 43 estudiantes de magisterio que desaparecieron en setiembre en México, la lucha de sus familiares y amigos cobra otro sentido. Aunque algunos siguen reclamando que se devuelva “con vida” a los otros 42 jóvenes, las esperanzas de que esto ocurra parecen aun más reducidas. En cambio, sigue muy presente el reclamo de justicia y verdad.

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“De acuerdo con el resultado emitido por la Universidad de Innsbruck, la muestra ósea de estudio corresponde a Alexander Mora Venancio, estudiante normalista de 21 años, quien pertenece al grupo de desaparecidos en los hechos del 26 de setiembre en Iguala, Guerrero”, dijo el procurador general de la República de México, Jesús Murillo, ayer en conferencia de prensa. Así confirmó lo que había informado la prensa.

Los restos analizados fueron encontrados en el municipio de Cocula, vecino del de Iguala, donde desaparecieron los estudiantes de la escuela rural de magisterio de Ayotzinapa. Murillo explicó que la universidad austríaca logró extraer el ADN sólo de uno de los 17 fragmentos óseos que se le enviaron. Aclaró que los expertos de esa institución compararon los resultados obtenidos con los perfiles genéticos de los familiares que mandaron la Procuraduría General de la República (PGR) y el equipo de forenses argentinos que colabora con el caso, y que así se llegó a esa conclusión.

De acuerdo con Murillo, esa “prueba científica confirma que los restos encontrados en una de las escenas coincide con la evidencia de la investigación y con la declaración ministerial de los detenidos”.

En noviembre el procurador había informado que un líder de la organización de crimen organizado Guerreros Unidos, que opera en la zona de Cocula e Iguala, llamado Gildardo El Gil López, habría sido -según lo investigado por la PGR- el que coordinó, junto a otro hombre, El Chucky, el traslado de los estudiantes al basurero de Cocula. Antes, éstos habían sido detenidos ilegalmente por policías de Iguala.

Murillo agregó entonces que, según tres testimonios de detenidos, en Cocula fueron ejecutados e incinerados con llantas, madera y basura, y que luego los restos fueron destrozados y puestos en bolsas, que se tiraron a un río que pasa por Cocula. Las autoridades mandaron a analizar a Austria los restos que fueron encontrados a orillas del río en dos bolsas y otros que habían quedado en el basurero de Cocula. Los resultados alcanzados en Innsbruck apoyan esta versión de lo ocurrido, dijo Murillo. El procurador recordó que 80 personas están detenidas por la desaparición de los 43 estudiantes, entre ellas 44 policías de Iguala y Cocula. Otras 16 personas están prófugas, entre ellas, ¬El Gil¬ y ¬El Chucky.

“Faltan 42 y los queremos con vida. El asesino sigue suelto”, dijo el sábado al diario mexicano El Universal Felipe de la Cruz, padre de uno de los desaparecidos. Ese día se conmemoró la toma de la ciudad de México por Pancho Villa y Emiliano Zapata con varias manifestaciones por las desapariciones de Iguala. De la Cruz confirmó que los familiares de Mora habían sido informados por los forenses argentinos el viernes. “No habrá vacaciones ni Navidad para nosotros, no habrá tampoco vacaciones ni Navidad para el gobierno”, advirtió De la Cruz.

Ezequiel Mora, el padre de Alexander, escribió un mensaje en nombre de su hijo que fue leído en una de las marchas el sábado y publicado en la página de Facebook de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa: “Me siento orgulloso de ustedes que han levantado mi voz, el coraje y mi espíritu libertario. No dejen a mi padre solo con mi pesar, para él significo prácticamente todo, la esperanza, el orgullo, su esfuerzo, su trabajo y su dignidad. Te invito a que redobles tu lucha. Que mi muerte no sea en vano”.

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