El IISS es un centro de investigación británico que se define como “independiente” y que se dedica a monitorear la actividad militar en el mundo, aunque cuando fue creado, en 1958, estaba enfocado más bien a la disuasión nuclear y al control de armas. De acuerdo con su página web, “su misión es promover la adopción de políticas adecuadas para facilitar la paz y la seguridad mundiales y fomentar relaciones internacionales civilizadas”.
De su informe 2014, basado en datos del año pasado, se destaca, en un capítulo dedicado al tema, que el uso de los drones (aviones no tripulados) se está democratizando. Esto ocurre tanto en el ámbito civil como el militar y se debe a los avances tecnológicos y a la baja de los precios, que los vuelven accesibles tanto para las empresas como para ciertos particulares. De acuerdo a las reseñas de los medios de prensa que accedieron al informe o asistieron a su presentación, el trabajo destaca las “cuestiones éticas” que se desprenden de la “proliferación” de los drones. Se pregunta si el ataque con un drone podría entrar en el marco de la legítima defensa o si se la puede considerar una respuesta “proporcional” a un ataque cometido por una persona. Ante la posibilidad de que un día se utilicen en los combates drones autónomos y robotizados (que decidan por sí solos si se debe eliminar un objetivo o no) el IISS estima que “es un paso ante el cual los legisladores y la opinión pública podrían mostrarse reacios”, citó la agencia de noticias AFP.
Por otra parte, el informe de 500 páginas se dedica a tratar la situación militar de cada uno de los 171 países que abarca, reseñados por orden alfabético. En el caso de Siria, el experto en fuerzas de tierra, Ben Barry, advirtió al presentar el trabajo que “ningún bando”, sean los opositores o el gobierno, “tiene en la actualidad una ventaja decisiva” como para que “se produzca un giro en el campo de batalla en al menos seis meses”, informó la agencia de noticias Efe. Por lo tanto, no es inminente que una de las partes derrote a la otra por las armas.
Además, ese trabajo estableció un ranking mundial de las potencias militares según el presupuesto que invierten en el área. De acuerdo con el IISS, Estados Unidos sigue encabezando la lista e invirtió en defensa 600.400 millones de dólares en 2013, un monto casi igual a la suma de los 14 estados que lo siguen en el ranking. En segundo lugar aparece China, que el año pasado invirtió 112.200 millones de dólares en defensa.El prespuesto de Asia en esta área aumentó en 2013 11,6% más en promedio, y otros dos países de la región, Japón y Corea del Sur, están entre los 15 primeros de esta lista. “China tiene un programa de desarrollo [militar] que prevé rivalizar con la potencia norteamericana de acá a 2050”, advirtió en la presentación el especialista en fuerzas navales y seguridad marítima del IISS, Christian Le Mière, de acuerdo con AFP.
En la lista, Rusia aparece como tercera potencia militar, con 68.200 millones de dólares de presupuesto en defensa. Debido a los recortes de gastos que se han dispuesto en los países europeos, Arabia Saudita se quedó con el cuarto lugar, antes ocupado por Reino Unido, que ahora es quinto. Lo siguen Francia, Japón, Alemania, India y Brasil, que es la décima potencia militar con 34.700 millones de dólares dedicados a ese rubro en 2013. El informe advierte que el presupuesto brasileño se redujo 1,1%, pero también señala que equivale a la mitad de los 70.900 millones de dólares que la región gastó en 2013 en el área.
A su vez, este gasto regional aumentó 15,6% respecto de 2010. Según aclara el informe, este crecimiento se debe a “las elevadas tasas de inflación” y a “la fuerte apreciación de las monedas que se vio en la región en ese período, que provocaron que se inflara la conversión a dólares de los presupuestos regionales de defensa”. Si se habla en términos reales, el aumento fue sólo de 3,04% en 2013 para toda la región, y Venezuela, Colombia y Bolivia fueron los países sudamericanos que más aumentaron su gasto en términos reales el año pasado.