Los negociadores de las FARC y del gobierno de Colombia en el diálogo de paz en La Habana firmaron un texto en el que manifiestan que “resarcir a las víctimas está en el centro del acuerdo” en el que trabajan. Reconocen que éstas sufrieron “graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario” y que “tienen derecho a la verdad, la justicia, la reparación y a las garantías de no repetición”.
El texto, que fue publicado por la prensa colombiana, establece que los derechos de las víctimas “no son negociables” y que se debe esclarecer la verdad. Para esto, se acordó crear una comisión de expertos que investigue los orígenes y las causas del conflicto, aunque más adelante se prevé instalar una comisión de la verdad.
Además acordaron que “cualquier discusión de este punto debe partir del reconocimiento de responsabilidad frente a las víctimas”, algo que implica un compromiso de parte de la guerrilla y también del Estado. El texto aclara: “No vamos a intercambiar impunidades”.
A esto se refirieron los representantes de las dos partes al presentar el acuerdo, informó la agencia de noticias Efe. Según Humberto de la Calle, jefe de los negociadores del gobierno, el primer paso en este punto es “que cada quien reconozca su responsabilidad [...], en primer lugar el gobierno y las FARC, por sus propias víctimas”, porque las responsabilidades las tienen “no sólo quienes están y han estado en armas”.
En opinión de las FARC, el Estado “es el máximo responsable por acción o por omisión”. El líder de sus representantes en La Habana, Iván Márquez, afirmó: “Las víctimas no son sólo las de la confrontación armada y los errores de la guerra. Las políticas económicas y sociales son las peores victimarias porque han causado la mayoría de muertes en Colombia”.
Márquez consideró que hoy se están dando “los primeros pasos en un terreno plagado de dificultades, de enormes incomprensiones nacidas de la ignorancia de la historia, del origen, de las causas, desarrollos y actores involucrados en el más largo conflicto interno del continente”.
Estrategia común
Para empezar a discutir el punto, las partes pidieron a la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas en Colombia y al Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional que organicen una serie de foros sobre este tema, como se ha hecho en otras etapas de este diálogo, que comenzó en 2012.
Las partes también acordaron que recibirán a una “primera delegación de víctimas” que viajará a La Habana para “presentar sus propuestas y expectativas”. Esta delegación estará integrada de manera “plural y equilibrada” para que represente a personas que atravesaron distintas circunstancias y propuestas diversas.
El tema de las víctimas en el conflicto es el quinto en este diálogo, que ya abordó la situación del agro, la participación política de quienes hoy integran la guerrilla y el problema de las drogas ilícitas y el narcotráfico. Todavía quedan varios asuntos por tratar, y las FARC aceptaron la propuesta del gobierno de que, en paralelo al tema de las víctimas, otro equipo empiece a discutir el punto llamado “fin del conflicto”, que incluye la entrega de armas, la desmovilización y la inserción social de los guerrilleros, entre varios otros asuntos. También se acordó en el texto difundido el sábado que se creará una comisión de género para atender ese aspecto específico.
En campaña
El acuerdo anunciado el sábado fue saludado con entusiasmo por Santos en su cuenta de Twitter. “¡Avances sobre reconocimiento y tratamiento a víctimas así como agilización del proceso de paz son grandes noticias!”, publicó el presidente. Varios dirigentes políticos oficialistas o de izquierda coincidieron con él en celebrar la noticia. “Es un hecho histórico y decisivo para el futuro de la paz”, dijo Santos en un acto de campaña.
En otro acto, su rival en la segunda vuelta del domingo se refirió al tema: “Las FARC siempre han engañado al país y es lamentable que un presidente busque la reelección teniendo como su gran aliado a los principales victimarios, al principal cártel del narcotráfico y un grupo terrorista”. Zuluaga reclamó que las FARC se reconozcan “como principales victimarios si quieren la paz”, e insistió en que él les exigiría varias condiciones: “No reclutar niños, no ataques a poblaciones, no secuestros, entregar información de minas antipersona”.
Francisco Santos, dirigente del partido de Zuluaga, Centro Democrático, opinó que la guerrilla le está haciendo un favor al presidente, y se preguntó en un acto: “¿De cuánto va a ser el cheque que va a tener que girar el presidente Santos para saldar esa cuenta? ¿Qué va a entregar a cambio de semejante ayuda que le están dando desde La Habana?”.