El Plan Cóndor es el ejemplo más acabado de integración regional para cometer graves violaciones a los derechos. No existió otra articulación de los Estados tan profesional e institucional con el propósito de eliminar ciudadanos considerados peligrosos. Sin embargo, 40 años después, ocurre en la región un proceso de memoria, verdad y justicia que permite mirar y apostar a una integración en derechos humanos.
La reunión que dio origen a lo que se conoció como Plan Cóndor se realizó el 25 de noviembre de 1975 en Santiago de Chile. Las informaciones disponibles hasta el momento indican que Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay participaron en el Cóndor. Pese a los esfuerzos emprendidos por los regímenes autoritarios, las coordinaciones represivas salieron a la luz pública, gracias al trabajo comprometido y la lucha de las víctimas y familiares y de las instituciones de memoria, reparación, verdad y justicia, así como a los archivos públicos. Gracias a ello, hoy existen evidencias jurídicas que dan aval a las dos causas judiciales sobre el Plan Cóndor que están en curso en Argentina e Italia.
El aniversario de los 40 años de la reunión inaugural representa una oportunidad para visibilizar y avanzar en esa otra integración que ya se está construyendo en el Mercosur; la integración regional comprometida con la protección de los derechos humanos y cuyo espacio institucional privilegiado es la Reunión de Altas Autoridades en Derechos Humanos y Cancillerías del Mercosur (RAADH), que lleva diez años de existencia. Se trata de un espacio al que podemos llamar “Anticóndor”, pues es desde donde se funda una identidad regional basada en los derechos humanos y la democracia.
En este trayecto, de coordinación y de integración desde los derechos, se crea el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH) del Mercosur, instancia que contribuye, entre otras cosas, con el desarrollo del Acervo Cóndor, una plataforma que reúne 219 archivos de los países involucrados en el Cóndor, entendiendo que, en el proceso de memoria, verdad y justicia, el acceso a la información aporta al conocimiento del pasado común de graves violaciones a los derechos como punto de partida para la justicia.
En este contexto, los presidentes y presidentas del Mercosur en la declaración conjunta de la 48ª reunión del bloque “condenaron firmemente los hechos ocurridos en esa etapa y reafirmaron el compromiso con la preservación de la memoria, la búsqueda de la verdad y el imperio de la justicia, como parte de la construcción actual y futura de nuestras democracias”.
A cuatro décadas del Plan Cóndor, el Mercosur dio pasos fundamentales para una nueva historia en la región; pero los desafíos siguen siendo muchos, entre ellos: avanzar en el esclarecimiento y la difusión de una memoria regional basada en la historia de las víctimas de violencia estatal, esencial para la no repetición de los errores del pasado reciente y para avanzar en la afirmación de las libertades públicas.
Dr. Florisvaldo Fiers (Dr. Rosinha), alto representante general del Mercosur
Paulo Abrão, secretario ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur y presidente de la Comisión de Amnistía de Brasil.