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Votantes del Partido Justicia y Desarrollo de Turquía celebran el triunfo en las elecciones generales, ayer, en Estambul. Foto: Dimitar Dilkoff, Afp

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El partido de Erdogan recuperó ayer la mayoría absoluta en el Parlamento turco.

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El Partido Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) del actual presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, renovó la mayoría absoluta en el Parlamento tras las segundas elecciones legislativas del año, con el primer ministro Ahmet Davutoglu a la cabeza, en un país polarizado políticamente, sumido en la violencia, atemorizado por una posible recesión económica y con graves limitaciones a la libertad de expresión.

El AKP ganó la mayoría absoluta con 49,4% de apoyo, cuando al cierre de esta edición ya se había contado 99,5% de los votos, según la agencia de noticias local Anadolu. En este sentido, el partido islamista y conservador fundado por Erdogan obtuvo una mayoría de 316 diputados -en un Parlamento de 550 escaños-, por lo que recupera la mayoría absoluta que, por primera vez en 13 años, había perdido en las elecciones del 7 de junio. Este resultado sobrepasa los 258 escaños que el AKP obtuvo en junio, pero no supera los 327 que ganó en 2011, y no llega a la cantidad de escaños exigidos para convocar un referéndum sobre una reforma constitucional que otorgue poderes ejecutivos al presidente Erdogan, tal como pretendía el oficialismo.

La oposición, en contrapartida, no logró su máximo objetivo: impedir la mayoría absoluta de AKP. Atrás del ganador se situó el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), el mayor partido opositor en Turquía, que obtuvo 25,4% de los votos, lo que le permitió ganar dos escaños y tener 134 diputados, según informó Anadolu. En tercer lugar quedó el Partido de Acción Nacionalista (MHP, de extrema derecha), que cayó de 16,2% a 12%, y llegó con los puntos justos para integrar el Parlamento con 41 diputados. Abajo, y a pocas décimas del límite que durante años impidió la presencia parlamentaria de un partido que defiende a la minoría kurda, quedó el Partido Democrático de los Pueblos (HDP, de izquierda y pro kurdo) que, aunque en los últimos cinco meses bajó de 13,1% a 10,7%, obtuvo 59 escaños.

La segunda vuelta de las elecciones parlamentarias turcas, que fue convocada porque en junio no se pudo llegar a un acuerdo para formar un gobierno de coalición, tuvo lugar mientras el país vive un período de tensión por los últimos ataques del grupo jihadista Estado Islámico, la participación de Turquía en la guerra de Siria, país con el que comparte frontera, y la reactivación en junio del conflicto kurdo.

La violencia en las regiones kurdas de Turquía volvió cuando el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) puso fin al cese de fuego que mantenía desde 2013. Desde entonces, el Ejército turco bombardea los campamentos kurdos y el HDP tuvo que enfrentar varios atentados jihadistas, como el del 10 de octubre, que mató a un centenar de personas que participaban en una manifestación contra el gobierno y por la paz en Turquía, convocada por grupos pro kurdos y movimientos de izquierda. Debido a este conflicto, en los últimos cinco meses murieron más de 250 civiles, 150 miembros de las fuerzas de seguridad turcas y unos 2.000 militantes vinculados al PKK, según cifras divulgadas por el gobierno.

Por otro lado, la censura y los ataques a los medios de comunicación siguen siendo un problema en Turquía. La semana pasada, a cuatro días de las elecciones, el gobierno de Erdogan intervino y tomó el control de dos diarios y dos canales de televisión pertenecientes al grupo opositor Koza-Ipek.

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