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El líder de la Coalición Nacional Siria, Jaled Joya, en rueda de prensa, tras su reunión con el presidente galo, François Hollande, el jueves 5, en el Palacio del Elíseo en París (Francia). Foto: Guillaume Horcajuelo, Efe

De ida y vuelta

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El viaje de senadores y diputados franceses a Siria puso en evidencia divisiones acerca de la política de Francia hacia ese país.

Se suponía que la estadía iba a ser discreta, pero un parlamentario del partido de Nicolas Sarkozy, y los medios sirios, alertaron a los periodistas franceses de que dos diputados y dos senadores estaban de viaje por Líbano y Siria, donde se reunieron con el presidente Bashar al Assad. En respuesta, el presidente francés, François Hollande, volvió a reunirse con representantes de la oposición siria y les reiteró su apoyo.

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“Es una misión personal para ver qué pasa [en Siria], oír, escuchar. De eso sacaremos informaciones”, dijo uno de los integrantes de la delegación de la Asamblea Nacional francesa, Jacques Myard, que viajó a Líbano y Siria. Esa delegación estuvo integrada por dos parlamentarios del partido opositor Unión por un Movimiento Popular (UMP), el diputado Myard y el senador Jean-Pierre Vial; un diputado socialista, Gérard Bapt (presidente del grupo de amistad franco-siria en la cámara baja), y el senador centrista François Zocchetto, de la Unión de los Demócratas Independientes, un partido aliado de la UMP.

El grupo pasó primero por Líbano y después fue a Siria, donde sus integrantes se reunieron con Al Assad, el presidente sirio al que la Organización de las Naciones Unidas acusa de diversos crímenes. También se reunieron con Amar Musawi, el responsable de relaciones internacionales del grupo chiita Hezbollah, cuyo brazo armado apoya a Al Assad en Siria y lucha contra la organización islamista Estado Islámico (EI).

Según se ve en las imágenes del encuentro con Al Assad, emitidas por los medios estatales de Siria, el diputado socialista no estuvo presente, y lo confirma él mismo. “Los parlamentarios pueden viajar. Pero quiero condenar esta iniciativa con el mayor vigor. ¡No fueron a ver a cualquiera! Fueron a ver a Bashar al Assad, responsable de varias decenas de miles de muertes. Los parlamentarios representan a la soberanía nacional. Que parlamentarios se hayan reunido sin previo aviso con un carnicero es una falta moral”, dijo el primer ministro, Manuel Valls, al canal BFM-TV.

Desde Filipinas, donde estaba de viaje oficial, Hollande expresó su “condena” al viaje y a la reunión de los legisladores, “mandatados sólo por ellos mismos, con un dictador que es responsable de una de las guerras civiles más graves de estos últimos años, que dejó 200.000 muertos”.

En tanto, el líder de la UMP, Nicolas Sarkozy, manifestó: “Yo, personalmente, no hubiera ido. Pero estamos en democracia, no se puede impedir que cuatro payasos hagan lo que quieran”.

Sin embargo, rápidamente quedó claro que, en realidad, el viaje no había sorprendido a nadie. Tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, los dirigentes estaban al tanto. “Dos puntos no fueron respetados por mis colegas de la UMP: no íbamos a reunirnos con Bashar al Assad y no íbamos a dar declaraciones a los medios [sirios]. Jacques Myard respondió a todas las solicitudes de entrevista, no esperaba que fuera así”, dijo el diputado socialista Bapt.

En una entrevista con el semanario Marianne, el socialista explicó que los servicios de la Presidencia francesa intentaron convencerlo de no viajar, y que por eso se comprometió a no reunirse ni con Al Assad ni con “elementos del aparato militar y de seguridad sirio”, y a no dar entrevistas a los medios locales, pero esas condiciones no fueron cumplidas por Myard y los demás integrantes, lo que “enojó mucho” al gobierno.

Desde su regreso, Bapt disolvió el grupo de amistad entre parlamentarios de Siria y Francia, considerando que mientras no haya relaciones diplomáticas entre ambos países no tiene más razón de existir y genera “confusión”, como la que causó el viaje. El jefe de la bancada de la UMP en Diputados calificó la suspensión del grupo de “idiotez completa”, mientras que el conjunto de los legisladores de ese partido respaldó que se haya hecho el viaje y la actitud de Myard. Además, el socialista tuvo que ir a dar explicaciones al secretario general de su partido, Jean-Christophe Cambadélis, y su caso será sometido a la Autoridad Superior del Partido Socialista, un órgano que está a cargo del respeto de la ética y la legislación por parte de los socialistas.

Viaje político

Sin embargo, detrás de la polémica hay un cambio en la manera en que se observa la situación de Siria y su región. Según Myard, la política francesa en Medio Oriente “es francamente suicida y no desemboca en nada, salvo en que la guerra civil en Siria va a seguir”. En diálogo con la radio pública France Info, el diputado de derecha destacó que Al Assad “tiene apoyo de una parte de la población [siria]. No va a ganar militarmente, pero todo el mundo nos dice que [el gobernante sirio] es un elemento inevitable en una solución política”. Además, consideró que para que haya una “paz duradera” en la región “hay que enfrentar la gangrena” que representan las organizaciones islamistas armadas EI y Al Qaeda.

En cuanto a esto último, Myard es sólo una de las cada vez más numerosas voces que abogan por volver a acercarse a Al Assad, que aparece como un elemento clave en la zona, tanto para combatir al islamismo armado como para mantener estables a varios países, Líbano en particular. Este viaje puede ser visto como un síntoma de que París también evalúa un cambio de postura, pero pretendía hacerlo con mayor discreción.

El diputado dijo que la reunión con Al Assad fue muy fructífera y que transmitiría a las autoridades la información recabada durante el viaje. Además, según dijo al semanario Valeurs Actuelles, Myard dijo que después de la hora y media durante la cual habló (en francés) con Al Assad fue liberado bajo fianza un opositor, Louay Hussein, por el que había reclamado. Aunque no sabe si los dos hechos están vinculados, consideró la liberación como un gesto de buena voluntad. El diputado calificó ese gesto de “primer paso” y aseguró que su viaje tendrá otras consecuencias “benéficas”.

También aseguró que Estados Unidos ya está en “contacto” con el gobierno de Al Assad y que se cruzó con un fiscal estadounidense en Damasco. Además, dijo que le informaron que un “Estado árabe-musulmán emblemático” va a reanudar relaciones con Siria “dentro de poco”.

Sin embargo, para reafirmar la postura del gobierno francés ante la crisis siria, Hollande recibió el jueves al presidente de la Coalición Nacional de Fuerzas Opositoras y de la Revolución Siria (CNFROS), Jaled Joya, y le reiteró el apoyo “político y operativo” de su país en la lucha contra EI, según un comunicado de la Presidencia. Además, Hollande dijo que Al Assad es “el principal responsable de los problemas de su pueblo y del crecimiento de grupos terroristas” en Siria, y que “por eso no es un interlocutor creíble para luchar contra EI y preparar el futuro” del país.

Por otro lado, felicitó a la CNFROS “por su iniciativa de diálogo con los otros componentes de la oposición democrática y lo animó a seguir por esa vía”, agrega el comunicado. Sin embargo, y según confirmó la agencia de noticias AFP, que entrevistó a Joya, la propia oposición marcó un giro en su estrategia ante la irrupción de EI en el panorama sirio. Además de buscar un acuerdo más amplio y de tratar de terminar con las divisiones entre los opositores que están en Siria y los que están en el exilio, ya no reclama que Al Assad deje el poder como condición previa para negociar una salida del conflicto, y dijo estar dispuesto a dialogar “con el resto del régimen” y “preservar la continuidad del Estado”.

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