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uiz Inácio Lula da Silva, ex presidente de Brasil, Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, y Rui Falcão, presidente del Partido de los Trabajadores, ayer, en Salvador, estado de Bahía, Brasil. Foto: Ricardo Stuckert,Afp

Vientos moderados

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El 5° Congreso Nacional del Partido de los Trabajadores (PT) generó muchas expectativas acerca de su posicionamiento ante el gobierno de Dilma Rousseff. Sin embargo, la corriente Construyendo un Nuevo Brasil (CNB), mayoritaria en la interna del PT, logró moderar las voces que reclamaban fuertes cambios en el rumbo del partido y del gobierno, que provenían de la segunda corriente interna, Mensaje al Partido (MP).

La declaración final del congreso incluye algunas críticas a la dirección que ha tomado el gobierno, pero en general refleja el respaldo del PT al Ejecutivo liderado por Rousseff. La declaración final -que fue aprobada en medio de una silbatina- no menciona al ministro de Hacienda, Joaquim Levy, a quien los sectores más izquierdistas querían criticar explícitamente en el documento. Tras dos horas de debate no lo lograron, debido a la presión de las corrientes más cercanas al Ejecutivo, que señalaron que esto podría implicar una fuerte ruptura con el gobierno.

Probablemente las declaraciones de Rousseff en la apertura del congreso significaron un respaldo a las corrientes afines al gobierno: “El PT es un partido preparado para entender que muchas veces las circunstancias imponen un movimiento táctico […] Sé que el PT está comprometido con el gobierno. Este gobierno no puede prescindir del apoyo del PT”.

Otros tramos críticos quedaron fuera de la declaración, para no dejar al gobierno en una situación más difícil que la que vive. Quedaron excluidas varias propuestas: la que pedía el fin del financiamiento privado del partido y la que criticaba explícitamente al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha. Tampoco se tuvo en cuenta otra que aseguraba que el “presidencialismo de coalición está agotado” y que pedía el fin de la alianza con el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que acusaban de ser “muchas veces, el saboteador del gobierno”.

El propio Cunha salió a responder a estas críticas. El presidente de la Cámara de Diputados, que lidera el sector minoritario del PMDB, que en muchos temas se para como oposición al gobierno, aseguró que su partido “difícilmente repita la alianza con el PT”.

Más allá del tono moderado del documento final, las declaraciones de los dirigentes una vez terminado el congreso dejaron en claro que el debate seguirá en la interna del PT: “Hay una crisis inmensa [en el PT] y nuestra expectativa era que el 5° Congreso aprobara resoluciones que permitieran superarla, pero el hecho es que no cambió nada”, lamentó Valter Pomar, de Articulación de Izquierda, una de las agrupaciones de CNB.

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