El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció ayer su renuncia al cargo y la celebración de elecciones anticipadas. “Mi mandato del 25 de enero ha vencido. Ahora el pueblo debe pronunciarse. Ustedes con su voto dirán si negociamos bien o no”, dijo el líder de la coalición de izquierda Syriza, en referencia a la disidencia de algunos legisladores de su fuerza política, que rechazan las concesiones que aceptó el Ejecutivo a cambio de un tercer rescate.
En un discurso emitido por la televisión pública, Tsipras dijo que la gente también decidirá con su voto “quién debe conducir Grecia en el camino difícil pero con esperanza que comienza”, y qué partido “negociará mejor la reducción de la deuda”. Acerca de las negociaciones con los acreedores dijo que se siente “orgulloso” de cómo se realizaron y que tiene “la conciencia tranquila”.
Pidió que en los próximos comicios se le dé “un mandato fuerte para un gobierno estable”, y prometió que en el marco del programa de rescate habrá medidas para reducir las consecuencias de la recesión que éste va a generar. “No conseguimos el acuerdo que queríamos, pero dada la situación, conseguimos lo mejor posible”, afirmó. Agregó que inicialmente sus interlocutores, las autoridades europeas, proponían “un período de financiación de cinco meses” y “la eliminación de las ayudas sociales” antes de continuar negociando, sin embargo, su gobierno logró que la financiación se extendiera a tres años. En un discurso con tono de campaña para la reelección, Tsipras también afirmó que luchar contra “la corrupción y la evasión fiscal” sigue entre sus prioridades.
La renuncia del jefe de gobierno se debe a que la Constitución griega así lo prevé en caso de que se convoquen elecciones durante el primer año de su mandato. Aunque Tsipras no lo mencionó en su discurso, voceros del gobierno dijeron a distintos medios que está previsto que los comicios se celebren en el plazo mínimo de un mes previsto por la Constitución, por lo que se fijarían para el 20 o el 27 de setiembre.
Esto le deja un escaso margen a los legisladores de Syriza que se declararon en disidencia para llevar adelante su idea de crear un partido alternativo y hacer campaña. Un tercio de los diputados del oficialismo no votó las últimas medidas económicas sometidas al Parlamento el viernes y se declaró en disidencia con la línea del gobierno, que aceptó las condiciones impuestas por Europa, pese a que en un referéndum la población se manifestó en contra.
El diputado Yanis Varufakis, el ex ministro de Finanzas que renunció a ese cargo, entre otras cosas por esas mismas diferencias, también inició la campaña electoral al contradecir a su ex aliado y amigo, Tsipras, en una entrevista publicada por el diario francés Le Nouvel Observateur. “El pueblo fue abandonado y traicionado” por el gobierno de Tsipras, dijo Varufakis, en referencia a los términos del tercer rescate y a que no se tuvo en cuenta el resultado del referéndum.
El anuncio del primer ministro llega después de que Grecia recibiera la primera parte del préstamo pactado, de unos 30.000 millones de dólares, y de haber cumplido con el pago que vencía el miércoles de sus deudas con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Según informó la agencia de noticias Efe, luego de haber saldado esas deudas, sólo quedan a disposición del gobierno 3.700 millones de dólares del préstamo.