La presidenta argentina, Cristina Fernández, acusó a Estados Unidos de ser hipócrita, de no estar interesado en lograr “memoria, verdad y justicia” para las víctimas del atentado contra la AMIA y de tener “casi protegido” al ex espía argentino Jaime Stiuso.
En su discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, Fernández celebró el acuerdo sobre el programa nuclear iraní que alcanzaron Irán, Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Reino Unido y Francia. “Nosotros sabíamos de estas negociaciones”, reveló.
Relató que en 2010 Gary Samore, asesor de Barack Obama, se reunió con el canciller argentino, Héctor Timerman, para pedirle que le vendiera a Irán combustible para un reactor. Timerman le dijo que las relaciones con Irán estaban en un momento tenso por la investigación del atentado de la AMIA y le pidió que presentara la solicitud por escrito, cosa que nunca sucedió.
“Cuando en 2013 Argentina firmó el memorándum [de entendimiento con Irán] para destrabar la investigación del atentado [contra la AMIA], porque ése fue el objetivo -castigar a los culpables-, parece que se hubieran desatado los demonios. Y, cuando ahora, el 2 de abril, se firma el acuerdo [entre Irán y Estados Unidos, entre otros], uno se pregunta cuál era el motivo de oponerse al acuerdo de cooperación judicial”, dijo Fernández. La mandataria también lamentó que su país ahora no tiene “otro instrumento” en esta investigación más que “apelar a la buena voluntad de Irán”, ya que la Justicia argentina declaró inconstitucional el entendimiento con ese país.
“Hay una hipocresía, mucha geopolítica y poco interés por llegar a la memoria, verdad y justicia para los familiares” de las víctimas del atentado de 1994. “Siempre sostuve que la causa AMIA era un complicado tablero de ajedrez. Ahora creo que es una telaraña de intereses externos a mi país en la que quedan atrapados los más débiles y chicos”, dijo la presidenta.
Fernández dijo también que la embajadora de su país en Estados Unidos, Cecilia Nahón, presentó “dos notas ante el Departamento de Estado” y mantuvo entrevistas para averiguar “en carácter de qué” se encuentra Stiuso en Estados Unidos. La confirmación de ese país de que Stiuso estaba en su territorio la anunció en agosto el titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli. Sin nombrarlo, Fernández dijo que el ex agente de inteligencia está “casi protegido” en Estados Unidos, aunque no explicó por qué.
Stiuso es investigado por la Justicia de su país por varios delitos, que van desde enriquecimiento ilícito y desvío de fondos hasta obstrucción de una investigación judicial en el caso de la muerte del ex fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman.
Después del discurso de Fernández, la Agencia Federal de Inteligencia pidió a la Justicia argentina que emitiera una “circular azul” de búsqueda internacional para ubicar a Stiuso. Ayer Aníbal Fernández, el jefe de Gabinete argentino, dijo que “hay un personaje siniestro radicado en Estados Unidos”, del que debería darse debida cuenta y entregarlo a las autoridades argentinas conforme a las requisitorias.
Agregó que “la causa AMIA no empieza ni termina en Stiuso, pero él es una pieza fundamental y debe tener mucho para contar”, según citó el diario Página 12. “La figura de Stiuso tiene una importancia superlativa, porque entre él y el doctor Nisman se han mandado expedientes todos los años, durante mucho tiempo, so pretexto de una tarea que se tendría que estar llevando a cabo y que derivaba mucho, pero mucho, dinero, y la realidad es que en muchos años nunca se hizo nada y que esos dineros desaparecieron y nunca se supo qué pasó con ellos”. El jefe de Gabinete dijo además que Stiuso y Nisman, en el marco de esa causa, “fueron cabezas visibles, socios, arietes de servicios de inteligencia de otros países”.