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El senador Jeff Sessions llega a la Torre Trump, el 15 de noviembre, en Nueva York. Foto: Drew Angerer, AFP

Trump nombró a tres ultraconservadores para algunos de los principales cargos de su gobierno

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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sigue sumando nombres polémicos a su equipo de gobierno. Luego de elegir al activista de extrema derecha Steve Bannon como jefe de estrategia, Trump anunció el viernes el nombramiento de tres ultraconservadores para puestos clave: el senador Jeff Sessions será el fiscal general y titular del Departamento de Justicia, el general retirado Michael Flynn ocupará el cargo de asesor de seguridad nacional y el congresista Mike Pompeo será el jefe de la CIA.

En el comunicado, Trump destacó a Sessions como uno de los “asesores más confiables” que tuvo en su campaña electoral y “un miembro muy respetado del Senado por 20 años”. Pero Sessions es dueño de un historial de expresiones racistas. En 1986, cuando era fiscal general de Alabama, un comité del Senado rechazó la propuesta que hizo el entonces presidente Ronald Reagan de designarlo juez de un tribunal federal. Esto se debió a que un asesor negro del Departamento de Justicia aseguró que Sessions llegó a decir, durante una charla informal, que lo único que no le gustaba del Ku Klux Klan era “que fumaban marihuana”. Sessions dijo que se trató de una broma sacada de contexto. Durante la audiencia, otros asesores del Departamento de Justicia acusaron a Sessions de haber llamado “desgracia para su raza” a un abogado blanco que se dedicaba a defender a ciudadanos negros, y también de haber tachado de “antiestadounidenses” a organizaciones que trabajaban en la defensa de los derechos civiles. Más tarde, ya como senador, Sessions fue una de las voces más duras en el Congreso contra los indocumentados y a favor de la prohibición de la entrada de musulmanes, una de las propuestas con la que se embanderó Trump.

En cuanto a Pompeo, el próximo jefe de la CIA llegó a la Cámara de Representantes en 2010 de la mano del ultraderechista movimiento del Tea Party y atacó en forma reiterada la “complicidad” de los líderes musulmanes estadounidenses con el yihadismo y defendió los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional destapados por Edward Snowden, que calificó de “legales”, “constitucionales” y “consistentes con la misión crítica de derrotar a los terroristas islámicos”.

A su vez, el futuro asesor de seguridad nacional Flynn fue acusado de islamofobia y de defender la tortura a sospechosos de terrorismo.

Anoche Trump hizo otro anuncio y dijo que cuando asuma la presidencia retirará a Estados Unidos del TPP [el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica], al que criticó durante su campaña electoral y al que ayer calificó de “desastre potencial” para su país.

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