La Policía turca detuvo a seis personas en el marco de la investigación del asesinato del embajador de Rusia en Ankara, Andrei Karlov. Entre los detenidos se encuentran los padres, la hermana, el compañero de cuarto y otros dos familiares de Mevlüt Mert Altintas, el policía de 22 años que disparó contra el embajador.
El Kremlin envió a Turquía a un equipo de 18 agentes que colaborarán con las investigaciones sobre la muerte de Karlov, que ayer fue homenajeado por Turquía: la calle en la que se encuentra la embajada rusa en Ankara pasará a llamarse Andrei Karlov.
Los medios oficialistas y algunas autoridades turcas han vinculado el ataque con el movimiento del clérigo musulmán Fethullah Gülen, Hizmet, que en Turquía es considerado un grupo terrorista y al que el gobierno responsabiliza por el intento de golpe de Estado que se produjo en julio. Según informaron a medios turcos fuentes policiales, la escuela de policías en la que se graduó el atacante está bajo la influencia del Hizmet. La agencia de noticias Reuters cita a un funcionario de seguridad, cuyo nombre no fue dado a conocer, que aseguró que existen “señales muy fuertes” de que el atacante pertenece al Hizmet. El diario turco Hürriyet informó que en su casa se encontraron libros sobre el gulenismo y Al Qaeda.
Uno de los integrantes del gobierno que se refirió a este supuesto vínculo fue el canciller Mevlüt Cavusoglu, quien aseguró ayer que tanto Turquía como Rusia “saben” que fue la “red” de Gülen la que ejecutó el ataque. Cavusoglu incluso conversó con el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y le exigió, nuevamente, la extradición del clérigo a Turquía. El gobierno turco ya presentó pedidos en este sentido a Estados Unidos, que ha argumentado que no existen pruebas para exigir su extradición.
La muerte de Karlov también impactó en las representaciones diplomáticas en Turquía: algunas aumentaron su seguridad y otras directamente cerraron. Los 13.000 despidos y detenciones dispuestos en la Policía desde el intento del golpe de Estado han diezmado los equipos de seguridad de las embajadas, algunas de las cuales fueron centro de protestas por los bombardeos en Alepo, impulsados por Siria y Rusia. En la madrugada de ayer un hombre disparó al aire frente a la embajada de Estados Unidos en Turquía, que decidió cerrar sus puertas y las de todos sus consulados; la delegación iraní optó por cerrar sus consulados, pero no su embajada en Ankara.