La sesión de Diputados que comenzó ayer en Argentina era de importancia capital para el gobierno de Mauricio Macri: era la primera votación importante desde que asumió su mandato y significaría una prueba de fuego para confirmar que tenía los votos necesarios en la cámara baja para llevar adelante sus propuestas. Por eso, en las jornadas previas hubo mucha expectativa, concentrada sobre todo en dos bancadas: la del Frente Renovador (FR), de Sergio Massa, y el llamado Bloque Justicialista (escindido del Frente para la Victoria, FpV), liderado por el diputado Diego Bossio, que hasta último momento no confirmó que daría su apoyo al oficialismo.
Uno de los aspectos más polémicos en las negociaciones previas era la emisión de bonos que precisa hacer el gobierno para poder pagarles a los fondos buitres. El FR exigió al gobierno que estableciera un tope para esa emisión, a lo que accedió el Ejecutivo, que estableció un máximo de 12.000 millones de dólares. En esas negociaciones, el gobierno “apretó a todos los sectores políticos” al amenazar con que si no había acuerdo con los fondos buitres habría “ajuste o hiperinflación”, aseguró el diputado del FpV y líder de La Cámpora Andrés El Cuervo Larroque ayer en la sesión de Diputados. Fue “un acto casi terrorista”, agregó.
En esas negociaciones el Ejecutivo logró el apoyo necesario para que el proyecto fuera apoyado en Diputados por varios grupos, entre ellos FR, Bloque Justicialista, Generación para un Encuentro Nacional, de Margarita Stolbizer, y los tres partidos que integran la coalición Cambiemos: Propuesta Republicana (Pro, el partido de Macri), la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. El proyecto fue aprobado en general con 165 votos afirmativos contra 85 negativos en una sesión que terminó en la madrugada de hoy.
Las negociaciones no estuvieron exentas de polémica, a tal punto que se realizó una denuncia judicial, que ayer fue desestimada por un juez de primera instancia. La denuncia fue presentada por diputados del FpV a raíz de un intercambio mediante Whatsapp entre Bossio y el diputado del Pro Nicolás Massot, que fue fotografiado y difundido en las redes sociales. En el intercambio, Massot le reprocha a Bossio: “Vos nos querés secar”, y después le dice: “Pensás que nos vas a arreglar con cinco sanguchitos de miga y tres mates fríos”. El diálogo se desarrolló mientras se debatía en una comisión de Diputados el proyecto que se votaba anoche. Según la denuncia, “el detalle de la comunicación entre ambos diputados nacionales parece reflejar la existencia de un acuerdo económico antes que político”.
Ayer el fiscal Federico Delgado impulsó otra investigación, en este caso contra el gobierno, por el acuerdo alcanzado con los fondos buitres. Lo hizo después de que tres abogados denunciaran ante la Justicia que el Ejecutivo cometió los delitos de “traición con sometimiento, defraudación por administración fraudulenta, abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público”.
La ruptura
El apoyo al proyecto de los diputados escindidos del FpV, la bancada liderada por Bossio, recibió fuertes críticas. El diputado del FpV Máximo Kirchner comparó a Bossio con el ex vicepresidente Julio Cobos. “Diego lo hizo mucho más rápido que Cobos”, dijo, refiriéndose a que ambos votaron en contra de los partidos por los cuales habían sido electos.
Bossio ya se había ganado críticas al generar la fractura en la bancada del FpV, que tenía la mayoría en Diputados. En ese entonces el ex jefe de gabinete Aníbal Fernández dijo: “Lo que hizo Bossio es de traidor”. Este fin de semana el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, uno de los referentes de La Cámpora, dio por definitiva la ruptura y dijo: “No hay acuerdo posible con quienes acompañen nuevamente la entrega del país”.
El líder del Bloque Justicialista se defendió ayer cuando le tocó hablar en la Cámara de Diputados. Pidió “respeto” y dijo que “quien apuesta al fracaso del gobierno apuesta al fracaso de todos”. Mientras el ex funcionario del gobierno de Cristina Fernández pronunciaba estas palabras, en las afueras del Congreso cientos de personas convocadas por el kirchnerismo y otras organizaciones de izquierda se manifestaban bajo las consignas “Patria o buitres” y “Deuda para hoy, hambre para mañana”.
Mirar hacia delante
La situación en el Senado no será tan fácil para el gobierno, ya que allí sí el FpV mantiene una mayoría de 39 senadores en 72 miembros, o sea, más de la mitad. Para aprobar su iniciativa, el oficialismo debería conseguir que alguno de los senadores del FpV vote de forma diferente al resto de la bancada.
La diputada del FpV Juliana Di Tullio manifestó ayer su confianza en que esto no va a suceder: “Creo que el Senado no va a aprobar el acuerdo tal como está porque no es un buen acuerdo para Argentina”.