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Partidarios de Hillary Clinton, ayer, en Boston, Massachusetts.Foto: Justin Sullivan, Afp

Se agranda la cancha

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Demócratas y republicanos se preparan para las primarias del “supermartes”, en las que votarán 14 estados.

La candidata demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump no sólo llegan con ventaja a las elecciones primarias de hoy por haber recolectado más triunfos, sino que además son los favoritos para llegar a la presidencia de Estados Unidos según una encuesta nacional publicada ayer. Más allá de los sondeos, en el calendario electoral estadounidense el supermartes es la primera fecha en la que se puede obtener un panorama claro de quiénes tienen más chances de llegar a la Casa Blanca. A ocho meses de las presidenciales, la interna demócrata continúa reñida y la competencia republicana se torna feroz.

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Lo que tiene este martes de “súper” es que acumula el mayor número de primarias y, por ende, logra un bosquejo más amplio de la situación de los candidatos. Hoy, demócratas y republicanos votan en Alabama, Arkansas, Colorado, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont y Virginia; además, los republicanos lo hacen en Alaska, Dakota del Norte y Wyoming.

De todos, el estado que sobresale es Texas, por la cantidad de delegados que hay en juego: 155 para los republicanos y 252 para los demócratas. En este estado se perfilan como ganadores Clinton, que llegó a instalar ahí cuatro oficinas, y el senador Ted Cruz, que al tener en Texas su cuna política y profesional mantiene un apoyo importante. La victoria de Cruz, sin embargo, no sería “aplastante”. Según la última encuesta de Real Clear Politics, realizada a finales de enero, Cruz tiene 34% de intención de voto en Texas, seguido por Trump con 27% y, más lejos, el senador Marco Rubio, con 9,7%.

La ex secretaria de Estado llega al supermartes con tres triunfos y una derrota frente a su rival, el senador Bernie Sanders. En Iowa, Clinton le ganó a Sanders con una mínima diferencia, en Nevada obtuvo cinco puntos de ventaja y en Carolina del Sur, el sábado, ganó por 50 puntos porcentuales, al obtener 73,5% de los votos frente al 26% del senador. El resultado de esta última elección, que se dio gracias al voto mayoritario de los negros a favor de Clinton, podría repetirse hoy en varios de los estados sureños. El único voto que, hasta el momento, la candidata no pudo arrebatarle a Sanders es el de los jóvenes, que le dio la victoria al senador en New Hampshire.

Del lado republicano, el que llega con tres triunfos y una derrota es Trump. El empresario perdió en las primeras primarias, en Iowa, pero ganó las que siguieron en New Hampshire, Carolina del Sur y Nevada. Además, en los últimos días se vio reforzado por el respaldo del gobernador de New Jersey, Chris Christie, que lo hizo público el viernes. El apoyo de Christie, que hasta hace unas semanas competía por la candidatura republicana, es uno de los más importantes anunciados por un republicano. Trump también recibió el apoyo del líder del grupo supremacista blanco Ku Klux Klan, David Duke: no votar por Trump sería “traicionar nuestra herencia”, argumentó. El empresario había recibido, meses atrás, el apoyo del editor de la página web neonazi The Daily Stormer, Andrew Anglin, quien escribió un artículo titulado: “Heil Donald Trump, el último salvador”.

El liderazgo de Trump y de Clinton no se reduce a los estados en los que ganaron. Según una encuesta realizada por la cadena CNN y divulgada ayer, el showman y “la Hillary” lideran a nivel nacional la carrera hacia la presidencia. El sondeo muestra que Clinton tiene 55% de intención de voto frente al 38% de Sanders, mientras que Trump cuenta con el respaldo de 51% de los encuestados, seguido a la distancia por Cruz, con 17%, y Rubio, con 13%. La mayoría de los consultados también señalaron que el empresario sería “más eficaz” a la hora de resolver los problemas del país.

Enemigo común

Cuando los candidatos republicanos se dieron cuenta de que lo inimaginable -ver a Trump en el despacho oval- se convertía en probable, la competencia se tornó más violenta. No sólo ellos se dieron cuenta, también el diario The Washington Post, que el miércoles publicó un editorial cuyo título se dirigía a los líderes del Partido Republicano: “Deben hacer todo lo que esté a su alcance para detener a Trump”.

El último debate republicano, que fue el jueves en Texas, tuvo como protagonista a Rubio, quien recordó que Trump recurrió a inmigrantes polacos para que trabajaran en un centro turístico de Florida “en lugar de a estadounidenses”, lo acusó de modificar sus posturas a cambio de beneficios políticos y sugirió que su fortuna ya no es la que era anteriormente. En un intento por descalificarlo, agregó: “Si Trump no hubiese heredado 200.000.000 de dólares de su padre, estaría vendiendo relojes en Manhattan”. Cruz también se dedicó a atacar a Trump: dijo que si el empresario todavía no hizo pública su declaración de impuestos es porque “posiblemente ahí hay algo”. En referencia a su carrera profesional, Trump respondió: “¡Soy el único aquí que ha contratado gente!”.

En una charla que brindó en una universidad de Virginia el domingo, Rubio insistió en que en el debate quería “hablar de ideas” pero que decidió que “era el momento” de “desenmascarar a este estafador de primera fila”, en referencia a Trump. El magnate respondió: “He visto a este lamentable Rubio, un total don nadie, con poca influencia, y su más reciente ataque es llamarme ‘estafador’. Lo último que soy es un estafador”. Además, en su cuenta de Twitter dedicó varias publicaciones a referirse a Rubio como el “peso ligero” de la política y a Cruz como un “mentiroso”.

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