Ingresá

Malcolm Turnbull, primer ministro de Australia, asiste a una conferencia de prensa, ayer, en Sydney. • Foto: William Oeste, Afp

Por poquito

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Tras reñidas elecciones, los partidos australianos tendrán que pactar para formar gobierno.

La coalición del primer ministro de Australia, el liberal Malcolm Turnbull, y el opositor Partido Laborista, de Bill Shorten, comenzaron a negociar con otras formaciones, ante la posibilidad de que ninguno obtenga la mayoría absoluta para gobernar en solitario después de las elecciones del sábado. Los resultados reflejan el crecimiento de la oposición y el debilitamiento de la alianza oficialista, integrada por el Partido Liberal y el Nacional.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Turnbull dijo ayer que ya inició la búsqueda de posibles alianzas para formar gobierno, porque la coalición “siempre busca trabajar de forma constructiva con todos los miembros del Parlamento”, según explicó. Shorten hace lo mismo, aunque descartó cualquier tipo de acuerdo con el Partido Verde, que en el pasado fue su aliado natural. “Vamos a mantener nuestra promesa. No formaremos ningún acuerdo de coalición con los Verdes. Ellos lo entienden”, manifestó el líder laborista tras conocer los resultados.

De acuerdo con la página web de la Comisión Electoral Australiana, el Partido Laboral obtuvo 71 escaños y la coalición Liberal-Nacional alcanzó 67, en una Cámara de Representantes integrada por 150 diputados, en la que son necesarios al menos 76 votos para obtener la mayoría absoluta y poder gobernar en solitario. A la vez, cinco escaños están en manos de independientes y de partidos minoritarios, y todavía falta adjudicar otros siete. La Comisión Electoral prevé que se pueda anunciar los resultados oficiales definitivos mañana, una vez que haya escrutado los votos anticipados y los realizados por correo.

Pero los resultados preliminares ya arrojan algunas certezas. En primer lugar, muestran el crecimiento de la oposición laborista, que obtuvo 16 escaños más que los que tenía, así como una pérdida de apoyo a la coalición gobernante en Australia, que en las últimas elecciones se quedó con 90 bancas y ahora obtiene sólo 67. En segundo lugar, como la votación del sábado no concedió la mayoría absoluta a ninguna formación, será necesario formar alianzas para zafar de un gobierno en minoría. Si ninguno lograra un pacto para formar gobierno, el partido con más diputados será el encargado de liderar la negociación.

El sábado, Shorten dijo en un acto en Melbourne: “Amigos, no sabremos el resultado de las elecciones esta noche; de hecho, es posible que no lo sepamos en varios días. Pero hay una cosa segura: el Partido Laborista ha vuelto”. El líder laborista agregó que su formación, que en 2013 sufrió una importante crisis interna, “está recargada de energía, unida y más decidida que nunca”, y seguirá por ese camino tanto si llega al gobierno como si permanece en la oposición.

Turnbull, desde Sydney, reconoció que “el recuento [de votos] es muy, muy ajustado”, pero se mostró confiado en que su coalición seguirá en el poder, porque los votos anticipados y por correo, históricamente, tienden a favorecer a su partido. “Puedo informar, en base a los consejos de miembros del partido, que podemos tener plena confianza en que vamos a formar un gobierno de coalición con mayoría en el próximo Parlamento”, afirmó. El primer ministro insistió en que “sólo un gobierno estable de la coalición” puede asegurar el futuro del país. En este sentido, intensificó su estrategia para mejorar la situación económica de Australia y luchar contra la inestabilidad política, en un país que tuvo cuatro primeros ministros en los últimos tres años.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura