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Angela Merkel, canciller alemana, asiste a la primera sesión del Parlamento recién elegido, ayer, en Berlín. Foto: Stefanie Loos, AFP

Merkel indignada por la filtración de una conversación en la que May pide ayuda con el brexit

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La filtración de una conversación sobre el brexit que mantuvieron la primera ministra británica, Theresa May, y el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, no le cayó bien a la canciller alemana, Angela Merkel. La razón es el temor a que ese diálogo pudiera hacer caer al gobierno de May, quien sería reemplazada por el actual canciller, Boris Johnson, un político menos compatible con los intereses de Bruselas.

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La semana pasada, May y Juncker cenaron juntos en Bruselas, unos días antes de que comenzara una cumbre de líderes de la Unión Europea (UE), para discutir sobre el progreso de las negociaciones del brexit. El domingo, el diario alemán FAZ filtró lo que se habló esa noche y volvió a poner a una debilitada May en el centro de atención.

Según el periódico, la cena fue una desesperada “llamada de socorro”, en la que la primera ministra habría “rogado” ayuda al funcionario europeo en el proceso de salida de su país de la UE. Entre otras cosas, May habría alegado que no tiene más margen de maniobra, y que pedir un período de transición de dos años ya era un problema para ella en Reino Unido, siempre según FAZ. El diario describe a una May “ansiosa, desalentada y desanimada”.

Ayer, el diario británico The Times informó que las filtraciones no fueron bien recibidas por Merkel, que se mostró “preocupada” sobre todo por la posibilidad de que las negociaciones por el brexit puedan “derrumbarse”, lo que podría dañar la economía europea y terminar con el gobierno de May. Esto último es lo que más inquieta a la canciller alemana, ya que podría implicar la sustitución de May por Johnson, a quien los alemanes perciben como un político más hostil y con un enfoque menos realista ante el proceso negociador. “Angela Merkel está furiosa con lo que se ha publicado. Se sabe que ha perdido la paciencia con los conservadores británicos, pero lo último que quiere es que Theresa May sea reemplazada a mitad de las negociaciones del brexit”, dijo a The Times una fuente de Berlín que pidió no ser identificada.

Ni Merkel ni May se refirieron al tema. Sí lo hizo Juncker, quien ayer se mostró “sorprendido” y “aturdido” por lo que publicó FAZ y negó que la información fuera cierta. “Nada de todo eso es verdad. Tuve una excelente cena de trabajo con Theresa May, estaba en buena forma, no estaba cansada, luchó como es su deber, así que todo para mí estuvo bien”, dijo el presidente de la CE. Negó, además, que la líder conservadora hubiera “rogado” ayuda en el proceso de diálogo del brexit. “Ese no es el estilo de los primeros ministros británicos”, dijo.

En tanto, el asesor político británico y ex mano derecha de May, Nick Timothy, acusó a Martin Selmayr, jefe de gabinete de Juncker, de haber filtrado la conversación. “Después de la constructiva reunión con el Consejo Europeo, Selmayr hace esto”, dijo Timothy en Twitter, donde compartió el enlace al artículo de FAZ. “Recordatorio de que algunos en Bruselas no quieren un acuerdo o quieren uno que sea un castigo”, agregó.

Selmayr respondió a las acusaciones minutos después e insistió en que ni él ni Juncker pretenden debilitar a la primera ministra británica. El jefe de gabinete rechazó el contenido del artículo de FAZ y trasladó la responsabilidad a quienes “tienen algún interés en menoscabar las relaciones constructivas” de Juncker y May, influenciar la posición de la UE en las negociaciones y socavar las conversaciones. Esta posición fue respaldada posteriormente por el portavoz de la CE, Margaritis Schinas, en una conferencia de prensa.

El diario FAZ insistió en que a May tampoco le fue muy bien en la cumbre de los líderes de la UE, donde, según ese diario, la canciller alemana le dijo que el bloque europeo no puede “solucionar los problemas de Reino Unido” por ella.

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