La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y anunciar que trasladará su embajada a esa ciudad sigue generando las reacciones de gobiernos y organismos internacionales. La más reciente tuvo lugar ayer en Turquía, cuando el presidente Recep Tayyip Erdogan afirmó que su país planea abrir una embajada en Jerusalén Este como capital del Estado palestino. No dio detalles sobre posibles plazos.
El anuncio de Erdogan llega días después de que los países de la Organización para la Cooperación Islámica acordaran en una cumbre en Estambul reconocer Jerusalén Este como la capital del Estado palestino e invitaran al resto de naciones a hacer lo mismo.
A esto se suma que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas analizará esta semana un proyecto de resolución para declarar “sin efectos legales” y “sin validez” cualquier decisión que convierta a Jerusalén en capital de Israel. Hay, sin embargo, pocas chances de que el proyecto –impulsado por Egipto– sea aprobado, ya que Estados Unidos tiene derecho a veto en ese órgano.
A su vez, los líderes palestinos planean reunirse hoy en Ramala para analizar la situación y debatir sobre la visita a la región del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, a quien ya advirtieron que no recibirán.
Mientras tanto, continúa la ola de protestas que desató el anuncio de Trump en distintos países de la región y, sobre todo, en territorios palestinos. El viernes, cuatro palestinos murieron por disparos de soldados israelíes y cerca de 400 sufrieron heridas, informó el Ministerio de Salud palestino.
Según datos de ese organismo, dos de los fallecidos fueron alcanzados con balas en enfrentamientos en el este de Gaza cuando un grupo de palestinos se instaló en la zona fronteriza para lanzar piedras y cócteles molotov a los soldados israelíes. En las manifestaciones del viernes en esta región, resultaron heridos 164 palestinos, cinco de los cuales se encuentran en estado grave, mientras que 100 fueron atendidos con síntomas de asfixia grave por efecto de los gases lacrimógenos. En los otros dos casos, las muertes se debieron a disparos en Cisjordania. Allí y en Jerusalén Este, 103 palestinos fueron heridos, dos de los cuales están graves.
Estas muertes se suman a otras cuatro que tuvieron lugar desde el día en que Trump lanzó el polémico anuncio, hace casi dos semanas.