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Vladimir Putin, presidente ruso, y Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, ayer, en Moscú. Foto: Pavel Golovkin, AFP

Israel le manifestó a Rusia su preocupación por el avance de Irán en Siria

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El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente ruso, Vladimir Putin, mantuvieron ayer un encuentro cuyo tema central fue el conflicto sirio. En particular, Netanyahu se refirió al papel que juega Irán en ese escenario y pidió a Rusia que no permita que ese país se instale en Siria. El pedido de Netanyahu llega cuando se anuncian nuevas rondas de negociación con la meta de solucionar el conflicto en Siria.

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Israel va a protestar ante cualquier solución del conflicto en Siria que se obtenga mediante una presencia iraní permanente en ese país, porque esto implicaría un “serio riesgo” para la seguridad israelí, aseguró ayer Netanyahu a periodistas israelíes después de reunirse con Putin. Acerca del encuentro, dijo que le manifestó al presidente ruso la firme oposición de Israel a cualquier posibilidad de este tipo, y su preocupación porque “Irán está intentando establecer una base naval en Siria” con el objetivo de atacar a Israel desde esa posición.

En el Kremlin, antes de la reunión, Netanyahu dijo: “No queremos que los chiitas, bajo la dirección de Irán, sustituyan al terror sunita” del grupo yihadista Estado Islámico. Además, en una comparecencia ante los medios, junto a Putin, señaló que este fin de semana los judíos celebran la fiesta tradicional de Purim, que trata sobre un fallido intento persa de exterminar a los judíos. “Actualmente vuelve a haber intentos por parte del heredero de la antigua Persia, Irán, de aniquilar al Estado judío. Lo admiten abiertamente, lo escriben negro sobre blanco en sus periódicos”, dijo.

Como respuesta, Putin dijo que el intento persa ocurrió hace más de 2.000 años, y agregó: “Ahora vivimos en un mundo distinto. Déjenos hablar del ahora”. Pero Netanyahu insistió y denunció un supuesto intento de Irán de asentarse en los Altos del Golán -territorio sirio que está ocupado por Israel desde 1967- para atacar a su país.

Esta es la cuarta vez en menos de un año que Netanyahu acude a Moscú para reunirse con Putin y manifestarle su preocupación por un eventual avance iraní en la zona, algo que considera intolerable por el respaldo de este país a los grupos como Hezbolá y Hamas, que Israel considera terroristas.

Horas después de que Netanyahu dejara Rusia, llegó a Moscú el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que también conversaría con Putin acerca de la situación en Siria. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Kazajistán informó ayer que el 14 y 15 de marzo se realizará en la capital de ese país, Astaná, la tercera ronda de negociaciones entre la oposición y el gobierno sirio auspiciadas por Rusia, Turquía e Irán. La cancillería informó que envió invitaciones a representantes de las Naciones Unidas, Estados Unidos y Jordania por si quieren participar en los encuentros, algo que sucedería por primera vez.

En las rondas de Astaná, que se realizaron en enero y febrero, se acordó el alto el fuego que rige en Siria y se crearon mecanismos para controlar que sea cumplido. El anuncio de la tercera ronda de Astaná llegó ayer, un día después de que el mediador de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, dijera públicamente que pretende convocar a nuevas negociaciones en Ginebra para el 23 de marzo. De Mistura destacó que en el último encuentro en Ginebra el gobierno y la oposición acordaron una agenda para continuar con el diálogo en busca de una solución negociada para este conflicto.

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