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Trump busca aliados de su propio partido en el Congreso estadounidense después del fracaso de su reforma sanitaria

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El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, advirtió este fin de semana a los congresistas republicanos “rebeldes” que deberían alinearse con las iniciativas del presidente, Donald Trump, o podrían ser excluidos de futuros procesos legislativos, incluida la reforma tributaria, próxima prioridad del gobierno. Para el debate de esta iniciativa, aseguró Priebus, podría incluso crearse una coalición en la que estarían incluidos los “demócratas moderados”.

La advertencia de Priebus llegó horas después de que los republicanos, mayoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, no reunieron el respaldo suficiente para aprobar un proyecto de ley que reformaría el sistema de salud y terminaría con el que implementó el ex presidente Barack Obama. La oposición a la medida por parte del Caucus de la Libertad, un grupo ultraconservador de legisladores que cuenta con una treintena de diputados, fue crucial para que la propuesta sanitaria de Trump no saliera adelante el viernes.

Ese día, el mandatario dijo que no se sentía “traicionado” sino “decepcionado” por sus “amigos”. La falta de apoyo a la medida pone en duda su capacidad para sacar adelante otros planes en los que, durante la campaña electoral, confió plenamente, jactándose de su gran habilidad para negociar.

El viernes, en declaraciones a la prensa, Trump culpó a los demócratas de su primera derrota legislativa. “Hemos estado muy, muy cerca. Ha sido [una derrota por] un margen muy pequeño. Pero no hemos tenido ningún apoyo demócrata”, lamentó el mandatario, antes de calcular que con “diez o 15” votos republicanos más, el proyecto de ley habría sido aprobado.

Ayer, el mandatario acusó directamente a los miembros de su propio partido, en especial al Caucus de la Libertad. Fue apoyado por su vicepresidente, Mike Pence, que prometió “volver a revisar la propuesta” después de que “100% de los demócratas de la cámara baja y un puñado de republicanos obstaculizaron el plan”.

La votación sobre la reforma sanitaria estaba prevista para el jueves, pero los republicanos se vieron obligados a posponerla porque no tenían apoyos suficientes. Ante esa situación, Trump les dio un ultimátum y les exigió que votaran la propuesta el viernes o, de lo contrario, dejaría en pie el sistema actual de salud, contra el cual el Partido Republicano viene luchando desde hace siete años, hasta que el sistema “explote”. Trump tuiteó el viernes que quizá eso fuera lo mejor y agregó: “ObamaCare explotará y todos nos uniremos y pondremos en marcha un gran plan de salud para LA GENTE. ¡No se preocupen!”.

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