La marcha hacia la Plaza de Mayo convocada para ayer por organizaciones militantes por los derechos humanos, además de otras agrupaciones sociales y políticas de Argentina se vivió en un ambiente menos tenso de lo esperado, pero con el mismo impulso. Unas horas antes de su comienzo, el Senado aprobó la ley que limita la aplicación del beneficio del “2x1” y excluye de ese régimen a los condenados por delitos de lesa humanidad.
El Senado se pronunció después de que el martes la Cámara de Diputados argentina diera su media sanción a ese proyecto de ley que impide aplicar el beneficio del 2x1 a represores de la última dictadura. La iniciativa legislativa surgió después de unir un total de ocho propuestas presentadas por el oficialismo y la oposición, que coincidieron en rechazar un dictamen de la Corte Suprema de Justicia que brindó ese beneficio al represor Luis Muiña.
La ley aprobada ayer en el Congreso tiene tres artículos. El primero establece que el recurso del 2x1, previsto en el artículo 7° de la Ley 24.390, “no es aplicable a delitos de lesa humanidad, genocidio y crímenes de guerra”. El segundo, que ese artículo “será aplicable sólo a aquellos casos en los que el condenado hubiera estado en prisión preventiva durante la vigencia de la ley”, es decir, entre 1994 y 2001. El tercero dice que lo dispuesto en los dos artículos anteriores es “la interpretación auténtica” del 2x1 y que “será aplicable a las causas en trámite”.
El fallo de la Corte, la semana pasada, había provocado la reacción en cadena de más de 40 represores, que según informó el diario La Nación, solicitaron a la Justicia que se les aplicara el 2x1, un beneficio que computa dos años de pena cumplida por cada uno de prisión preventiva a partir del tercero.
En la sesión del Senado, no faltaron las críticas a la Corte y, en especial, a los tres jueces que votaron a favor del 2x1, Helena Highton, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti. “Estamos votando un mensaje de un poder del Estado a otro poder del Estado, que es el Poder Judicial, de que el gato tiene cuatro patas, no tiene cinco; y que tienen que atenerse a la ley”, dijo el líder de la bancada del Frente para la Victoria en el Senado, Miguel Pichetto.
La primera reacción al fallo por parte del presidente de Argentina, Mauricio Macri, llegó recién ayer, cuando los senadores todavía votaban. “Siempre estuve en contra, porque estoy en contra de cualquier ley que beneficie la impunidad”, dijo Macri en un acto en Mendoza. Además, “felicitó” al Congreso por “subsanar” el “vacío legal que había dejado esta desafortunada ley del 2x1”. Por otro lado, el presidente argentino dijo que cree en la “independencia de los poderes” y que “no hay líderes mesiánicos que digan lo que hay que hacer”, en alusión a los dichos de su antecesora, Cristina Fernández, que horas antes había dicho que el gobierno “tuvo algo que ver” con el fallo del máximo tribunal.
La resolución del Congreso no impidió que se llevara a cabo la marcha convocada para la tarde de ayer por organizaciones de derechos humanos, grupos políticos y otras organizaciones sociales, ya que el principal motivo de la movilización era repudiar la decisión de la Corte. Una multitud desbordó la Plaza de Mayo.
Al final de la marcha, ya en la icónica Plaza de Mayo, hablaron a los miles de manifestantes Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, y Lita Boitano, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Leyeron un documento conjunto y afirmaron: “Por los niños a quienes les robaron su identidad, quiero y queremos justicia”.