Theresa May, la primera ministra de Reino Unido, convocó a elecciones anticipadas con el objetivo de ampliar su mayoría parlamentaria. De esa manera, sería más fácil que se aprobara el plan propuesto por su gobierno para la salida de la Unión Europea (UE), que después se llevaría a las negociaciones con el bloque.
Al comienzo, la apuesta de May parecía segura. Las encuestas les daban a los tories casi 20% de ventaja con respecto a los laboristas y mostraban que el Partido Liberal Demócrata y el Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) estaban en su punto más bajo. Además, el principal contendiente de May era Jeremy Corbyn, un representante del ala más izquierdista del laborismo cuyo liderazgo era muy resistido dentro de su propio partido. Pero desde entonces se registró un crecimiento de los laboristas en las encuestas que fue una de las sorpresas de la campaña. Su respaldo aumentó de 25% a 36% en la última semana, en la que las empresas encuestadoras incluso presentaban un empate técnico entre los dos grandes partidos.
La última encuesta, un sondeo a boca de urna, se publicó anoche, ni bien cerraron los centros de votación. Fue elaborada por Ipsos Mori y no informaba sobre porcentajes de voto, sino sobre escaños. De acuerdo con este estudio –publicado por varios medios de comunicación, entre ellos la cadena BBC–, los tories siguen teniendo la bancada más grande del Congreso, pero no alcanzan los 326 escaños, la mitad más uno necesaria para proclamar a May primera ministra en solitario. Lo mismo estimaba la BBC al cierre de esta edición.
La encuesta de Ipsos Mori indicaba que la bancada conservadora perdió 17 escaños con respecto a los que obtuvo en las elecciones de 2015, y quedó con 314, mientras que los laboristas crecieron 37 bancas, alcanzando las 266. Si este escenario se confirma en el escrutinio, parece difícil que los conservadores logren conformar gobierno nuevamente, ya que para hacerlo deberían contar con el Partido Nacional Escocés o con los liberales demócratas, que no se muestran proclives a una alianza.
La bancada del Partido Nacional Escocés, según la encuesta, se redujo de 56 a 34 diputados. Esto implicaría una caída fuerte del partido, que estaba presionando a May para convocar a un nuevo referéndum independentista, con el argumento de que el brexit implica un cambio en las condiciones de permanencia en Reino Unido. Por otra parte, los liberales demócratas, según la encuesta, aumentaron su representación de ocho a 14 bancas, pero el partido ya anunció que no participará en un gobierno de coalición.
Los diarios británicos The Independent y The Telegraph informaban anoche que varios dirigentes conservadores estaban tomando distancia de May e insinuaban que, si los resultados se confirmaban, tendría que renunciar como líder de los tories. Al cierre de esta edición, los resultados oficiales abarcaban 313 de las 650 bancas en juego. Atribuían 130 diputados a los conservadores y 146 a los laboristas.