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Coches destruidos en el borde de la carretera, cerca de la aldea siria de Hanna Safar. Foto: George Ourfalian, AFP

El alto el fuego en Siria fue el único motivo de festejo para los países reunidos en el G20

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En Siria se implementó sin mayores inconvenientes la tregua en el suroeste del país, que había sido anunciada el viernes por Rusia y Estados Unidos tras una reunión de sus respectivos presidentes, Vladimir Putin y Donald Trump. La tregua involucra a tres provincias sirias –Al Quneitra, Deraa y Al Sueida– en las que el gobierno ya había anunciado, antes que Putin y Trump, que haría un alto el fuego unilateral.

El objetivo de la tregua es permitir que por esta zona de “reducción de la tensión” ingrese ayuda humanitaria y empiece a instaurarse un alto el fuego duradero en todo el país. Se buscará avanzar en este sentido en la séptima ronda de negociaciones políticas que comienza hoy en Ginebra.

Más allá de esta decisión, adoptada en el Grupo de los 20 (G20) pero en una reunión bilateral entre Trump y Putin, el encuentro de Hamburgo fue el escenario en el que se evidenciaron las distancias que ha tomado Estados Unidos respecto del resto de las potencias económicas mundiales.

En el comunicado conjunto emitido al final de la cumbre, 19 de los países del G20 dicen que “toman nota” de que Estados Unidos abandonó el Acuerdo de París contra el cambio climático, pero a su vez establecen que este es “irreversible” y que lo implementarán “lo más rápido posible”. En paralelo, el presidente francés, Emmanuel Macron, convocó a una nueva cumbre sobre el cambio climático para el 12 de diciembre, día en el que cumple dos años el acuerdo aprobado en la capital francesa, para buscar los caminos financieros para implementar el texto, que originalmente se apoyaba mucho en Estados Unidos. “Al final, las negociaciones climáticas reflejan la disidencia: todos en contra de Estados Unidos”, reconoció la canciller Angela Merkel, anfitriona del encuentro. “Está muy claro que no logramos llegar a un consenso, pero no se cubrieron las diferencias, sino que se las expuso claramente”, agregó.

La otra gran diferencia estuvo en la apertura comercial: ante el proteccionismo que Trump exige para Estados Unidos, el resto de las economías más grandes del mundo reclaman relaciones comerciales más libres. La redacción del comunicado se trancó en este punto por los desacuerdos entre la delegación estadounidense y las demás, contó Merkel una vez finalizada la cumbre. El documento, finalmente, dice que el G20 se compromete a “combatir el proteccionismo” pero, también a “reconocer el rol de los instrumentos de defensa del comercio legítimo”, una frase que ha sido interpretada como hecha a medida para Trump, ya que habilita a utilizar el comercio con fines políticos. Otro punto polémico fue incluido en la parte sobre el clima, en la que Trump logró que se incluyera una mención a que Washington ayudará a terceros países a seguir usando combustibles fósiles, como el petróleo, “de forma más limpia y efectiva”, sin que se aclare a qué se refiere.

En líneas generales, el G20 también se comprometió a mejorar la cooperación en la lucha contra el terrorismo y las reacciones de los organismos internacionales ante las pandemias.

Del otro lado

Mientras los jefes de gobierno volvían a sus países y en Siria comenzaba a implementarse el alto el fuego, cientos de voluntarios salieron a las calles de Hamburgo armados con baldes, escobas y trapos de piso para limpiar la ciudad después de tres jornadas de disturbios.

La cantidad de personas que acudieron a protestar durante la cumbre superó a los 20.000 policías alemanes desplegados para garantizar la seguridad en la ciudad, reconocieron ayer las autoridades policiales y el alcalde de Hamburgo, Olaf Scholtz. El jueves comenzó la movilización “Bienvenidos al infierno”, que reunía a grupos anticapitalistas y promovió una violencia cada vez mayor contra las fuerzas de seguridad y los comercios de Hamburgo. El saldo es de más de 500 policías heridos y menos de 200 personas detenidas, casi todas ya liberadas.

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