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Países europeos acuerdan en una cumbre su estrategia para frenar el flujo migratorio desde África y Medio Oriente

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En una minicumbre celebrada ayer en París, los gobernantes de Francia, España, Alemania e Italia, junto a la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, presentaron un plan urgente para controlar la corriente migratoria que llega a Europa desde África y Medio Oriente. Representantes de los principales países de origen y tránsito –Libia, Níger y Chad– asistieron como invitados.

La estrategia consiste en instalar en Níger y Chad “misiones de protección” encargadas de identificar a quienes tienen el derecho al asilo, bajo la supervisión de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados, en zonas consideradas “seguras”. Mogherini y los cuatro países europeos acordaron además el envío de una “misión conjunta” a Níger y Chad para examinar la aplicación del plan e identificar “otros tipos de cooperación práctica” que les permitan superar “el desafío de la migración irregular”.

Según se lee en el documento que fue presentado en la cumbre, el objetivo principal es preservar la seguridad y estabilidad en los tres países africanos involucrados, para que se reduzca el número de quienes cruzan el Mediterráneo y se logre un retorno organizado de aquellos que no pueden ampararse en el estatuto de asilo.

Los firmantes coincidieron, a la vez, en que hay que mejorar la cooperación en la lucha contra las redes de tráfico de personas, e insistieron en que hay que reforzar la vigilancia de los medios financieros que usan, el control de sus fronteras y los programas jurídicos y penales que contribuyen a erradicarlas.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo al término de la cumbre que el acuerdo pretende ser una respuesta inmediata a una situación “intolerable” que afecta a todos y requiere una acción común, con el foco puesto en políticas de desarrollo más a largo plazo. A fines de julio, Macron propuso la creación de centros de registro e identificación de inmigrantes en Libia si las condiciones de seguridad lo permitían, pero esa idea fue descartada. Los demás países europeos consideraron que era más eficaz atajar el problema en Níger y Chad, antes de la llegada de los inmigrantes a territorio libio.

El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, precisó por su parte que lo que se pretende es sustituir “un modelo irregular e ilegal por otro legal y regular”. Italia es uno de los países más afectados actualmente por la crisis de los refugiados. Según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones, este año han entrado a Europa por el Mediterráneo más de 119.000 inmigrantes, y 83% lo hizo a través de Italia.

En las últimas semanas, el gobierno italiano empezó a tomar medidas al respecto, como la de imponer un código de conducta a las organizaciones civiles que ayudan a los inmigrantes o prohibir la entrada de aquellos que son salvados en el mar. Gentiloni dijo ayer que ya se empezó a ver un descenso, pero advirtió que es sólo un primer paso dentro de un esfuerzo que debe ser europeo y no recaer en un solo país.

En tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que para crear el plan se tomó como modelo la estrategia de “reinstalación” llevada a cabo en Líbano, Turquía y Jordania. “Es una cuestión que no se resolverá con una varita mágica”, agregó por último el presidente español, Mariano Rajoy, quien afirmó que el objetivo final es acabar con las muertes y con las mafias, y trabajar por el control de fronteras. España será el país encargado de organizar, antes de la cumbre UE-África prevista para fines de noviembre, una reunión de líderes europeos y africanos para analizar cómo avanza la puesta en marcha de la iniciativa.

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