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Una migrante hondureña que se dirige a los Estados Unidos muestra una foto de su hijo. La pertenencia más valiosa que lleva consigo, dice, es el teléfono con las fotos.

Foto: Pedro Pardo, AFP

Estados Unidos advirtió que caravanas de migrantes deberán esperar en México para pedir asilo

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Se estima que más de 2.000 centroamericanos llegaron a Tijuana.

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Mientras las caravanas de migrantes hondureños, salvadoreños y guatemaltecos siguen recorriendo México intentando llegar a la frontera para pedir asilo en Estados Unidos, autoridades del gobierno que encabeza Donald Trump advirtieron que sus puestos de entrada en el sur del país están llenos y deberán esperar en México varios meses hasta que sus solicitudes sean consideradas.

Según informaron medios mexicanos, un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos afirmó que “los puertos de entrada a Estados Unidos están llenos. Las personas que vengan a presentar su reclamo de asilo van a tener que esperar en México a que tengamos espacio y cupo en esos puertos de entrada. Deberán tener paciencia”.

En la misma línea se manifestaron las autoridades de Baja California, el estado en el que se encuentra la ciudad de Tijuana, que informaron que antes de que llegara la caravana de migrantes centroamericanos ya había 4.000 personas –en su mayoría mexicanos– aguardando para pasar por el puerto de entrada, por lo que las personas que están llegando en estos días a la ciudad tienen un tiempo de estimado de cuatro meses para poder presentar su pedido de asilo a Estados Unidos.

Ante la situación que se está registrando en su estado, las autoridades de Baja California le pidieron al gobierno central que “oriente a las otras caravanas hacia otros puertos fronterizos”. El secretario general del gobierno de Baja California, Francisco Rueda Gómez, explicó que su estado realizó este pedido porque “las personas provenientes de Centroamérica van a estar aquí en Tijuana, un buen tiempo” y en caso de que aumente el flujo de migrantes, la situación puede generar problemas, en declaraciones recogidas por el diario mexicano La Jornada. De hecho ya se han producido algunos enfrentamientos menores entre la población local y los migrantes.

La Patrulla Fronteriza monta a caballo en el Parque de la Amistad en San Diego, cerca de la valla fronteriza México-Estados Unidos.

Foto: Ariana Drehsler, AFP

Menos conciliador que Rueda Gómez se mostró el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, del conservador Partido Acción Nacional, quien en declaraciones a la cadena televisiva Milenio pidió la expulsión “de un grupo de migrantes que llegan en un plan agresivo y grosero, con cánticos retando a la autoridad” y pidió al presidente Peña Nieto que aplique el artículo 33 de la Constitución mexicana, que contempla la expulsión inmediata del país sin derecho a juicio alguno. “Tijuana es una ciudad de migrantes, pero nos los queremos de esta manera. Fue muy distinto cuando llegaron los haitianos en 2016. Ellos tenían papeles, estaban en orden, y no eran una horda, perdónenme la expresión, y sé que los activistas de derechos humanos se me van a tirar encima, pero los derechos humanos son para los humanos derechos”, sentenció Gastélum.

Paralelamente, según informó la cadena CNN, el gobierno mexicano abrió hasta 10.000 plazas de trabajo más para los integrantes de las caravanas de migrantes que decidan quedarse en el país, pero varios de ellos consideran insuficientes los salarios que se pagan en México y mantienen su aspiración de poder lograr ser asilados en Estados Unidos.

Por su parte, el mandatario mexicano Peña Nieto, desde la ciudad de Antigua, en Guatemala, donde se está realizando la Cumbre Iberoamericana –en la que el tema de la crisis migratoria es uno de los ejes de la agenda– afirmó, ayer, que mientras el fenómeno migratorio “siga ocurriendo”, los estados deben comprometerse a hacer valer los derechos humanos de los desplazados, con independencia de su condición migratoria, “pero el migrante también tiene responsabilidades” y debe acatar las leyes, reglamentos y medidas del país donde se encuentra, entre ellos los relativos al respeto del orden público. De todas maneras, Peña Nieto dijo que “la mejor manera de evitar que la gente emigre involuntariamente es promoviendo entre todos el desarrollo interno en nuestras naciones”.

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