En un encuentro que se celebró ayer en Bruselas, los 27 países que integran la Unión Europa (UE) aprobaron por consenso la salida del bloque que fue acordada por sus representantes y la primera ministra británica, Theresa May.
La aprobación, un paso formal que se dispuso en un encuentro que duró menos de una hora, fue anunciada públicamente por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Después el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que se llegó al “mejor acuerdo posible, el único acuerdo posible”, pero al mismo tiempo calificó el día de ayer como “un día triste, una tragedia”, para la historia de la construcción europea.
Después de este visto bueno de la UE, todavía queda una instancia decisiva para que la salida del bloque se haga efectiva: en el correr de diciembre, seguramente durante la segunda semana del mes, el Parlamento británico deberá votar el acuerdo. Esto constituye un enorme desafío político para May, que no tiene una mayoría en la Cámara de los Comunes, porque diputados de su propio partido –y los de la oposición– se han mostrado escépticos sobre sus planes del brexit. Por ejemplo, el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte –que fue clave para que May pudiera sacar adelante varias iniciativas parlamentarias– ya sugirió que votará en contra del acuerdo porque, dice, conducirá a la desintegración de Reino Unido.
Si el texto es aprobado en el Parlamento británico, a principios de 2019 Reino Unido presentará en la UE el Proyecto del Acuerdo de la Salida de la Unión Europea –que tendría que contar con el visto bueno de al menos 20 países– para concretar su escisión del bloque, tal como está acordado, el 29 de marzo del año que viene.
Pero si el Parlamento británico vota en contra del plan propuesto por la primera ministra, se abren varios caminos posibles, informó la BBC. El gobierno tendrá un plazo de tres semanas para presentar un nuevo plan al Parlamento, que puede tener varias derivaciones. Se puede salir sin un acuerdo, podría haber un nuevo referéndum –posibilidad que May descartó enfáticamente en más de una ocasión–, puede haber una nueva negociación del acuerdo y en última instancia podría convocarse a elecciones anticipadas como recurso para intentar salir de un camino sin salida.
Ayer, después de conocerse el apoyo de los 27 países de la UE al acuerdo, May publicó una carta dirigida al pueblo británico en la que pide el apoyo a su plan. “Habrá un momento de regeneración y reconciliación cuando abandonemos la UE”, dijo en la carta, al tiempo que aseguró que Reino Unido tendrá un “futuro brillante” luego de que salga del bloque.