Un tribunal de Mar del Plata absolvió el 27 de noviembre a los tres hombres acusados de asesinar a Lucía Pérez en 2016: dos de ellos fueron condenados a ocho años de prisión por venta de drogas y el otro fue exculpado de todos los cargos. Los jueces entendieron que no había elementos para probar que la joven de 16 años había sido violada en una forma que le causó la muerte, como planteaba la acusación, y que la única hipótesis en pie era que había fallecido por una sobredosis tras tener relaciones sexuales consentidas. La sentencia generó el rechazo de la familia de la adolescente y de organizaciones de la sociedad civil que consideran que fue un femicidio.
Una semana después del pronunciamiento judicial, colectivos de mujeres y organizaciones feministas se reunieron en distintas ciudades argentinas para definir medidas de acción contra el fallo y contra la “Justicia machista y patriarcal”. Esas asambleas, encabezadas por el colectivo Ni Una Menos, desembocaron en la decisión de convocar a un nuevo paro nacional de mujeres. El primero tuvo lugar hace dos años, precisamente después de la muerte de Pérez. El de ayer adoptó distintas formas –cese de tareas, “ruidazos”, asambleas, talleres, volanteadas– y confluyó en la tarde en movilizaciones en todo el país bajo la consigna “Contra el pacto machista, paro feminista. Nosotras paramos. Basta de justicia patriarcal”.
En Buenos Aires, miles de mujeres marcharon desde Tribunales hasta Plaza de Mayo en una protesta que estuvo encabezada por la madre de Pérez, Marta Montero. La mujer viajó el lunes a la capital del país para participar en la asamblea feminista. Allí dijo: “Lucía somos todas, estamos unificadas, entonces es lo mismo que yo esté en Mar del Plata o que esté acá. Voy a estar con ustedes y mi marido va a estar acompañando en Mar del Plata, pero estamos todos por la misma causa. Son mi Lucía replicada en 1.000”.
Las manifestantes exigieron justicia por la muerte de Pérez y por todas las “víctimas de la Justicia patriarcal”. También pidieron la destitución de los jueces responsables de la sentencia. “Paramos contra los femicidas, los jueces cómplices, los narcos protegidos, la violencia institucional, el desprecio patronal que se llevan la vida de nuestras pibas, por las niñas abusadas y violadas en sus familias y en sus barrios”, aseguró Ni Una Menos en un comunicado difundido en redes.
El sábado, un grupo de especialistas en género de la Organización de Estados Americanos pidió al tribunal marplatense que revise el fallo ya que, a su entender, los criterios que fueron aplicados en la resolución “construyen en la sociedad un mensaje de tolerancia hacia la violencia contra las mujeres y reflejan claros estereotipos de género utilizados para decidir el caso”.