El Supremo Tribunal de Justicia de Brasil rechazó ayer un habeas corpus presentado por la defensa de Luiz Inácio Lula da Silva, decisión que dejó al ex presidente un paso más cerca de la prisión. Después de que el 24 de enero el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4) ratificara la condena contra Lula por cargos vinculados con actos de corrupción, la defensa presentó un paquete de recursos ante varios tribunales. En el primero, presentado ante el propio TRF-4, se pide que se corrijan dos errores en el texto del fallo y se solicitan aclaraciones sobre otros puntos. Este recurso es solamente una formalidad y no puede modificar el fallo, pero recién cuando termine su tratamiento en el dictamen en segunda instancia quedará firme, y es a partir de ese momento que Lula puede ser encarcelado.
Para evitar que esto ocurra, la defensa de Lula presentó dos habeas corpus, uno ante el Supremo Tribunal Federal y otro ante el Supremo Tribunal de Justicia. Los cinco jueces que integran esta última corte trataron ayer el recurso, lo sometieron a votación y decidieron rechazarlo. No se sabe cuándo lo tratará el Supremo Tribunal Federal.
Además, ayer el Ministerio Público presentó ante el TRF-4 un escrito en el que pide que Lula sea detenido ni bien se termine el proceso en esa corte, siguiendo un dictamen emitido en 2016 por el Supremo Tribunal Federal que establece que las penas comienzan a cumplirse después de que se emite un fallo en segunda instancia.
El hecho de que Lula fuera trasladado a prisión no implicaría por sí mismo que no pueda ser candidato en las elecciones de octubre, para las cuales se mantiene como el candidato a la presidencia favorito, de acuerdo con una encuesta de la consultora MDA difundida ayer. La decisión final acerca de la candidatura de Lula será adoptada por el Tribunal Supremo Electoral, aunque el ex mandatario puede apelar ante instancias superiores.