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Manifestación de la Confederación General del Trabajo (CGT) fuera de la estación de tren de Saint- Charles, en Marsella. Foto: Bertrand Langlois, AFP

Foto: Bertrand Langlois

Macron sigue adelante con la reforma ferroviaria pese al rechazo sindical

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El primer ministro francés, Édouard Philippe, reafirmó ayer la “determinación” del gobierno de sacar adelante la reforma del sistema ferroviario, a pesar de los paros y las protestas que generó, y advirtió que no cederá en los principales puntos que han generado el rechazo de los sindicatos.

El anuncio fue hecho dos días después de que los sindicatos de los trabajadores de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF, por sus siglas en francés) lanzaran una seguidilla de paros y movilizaciones que pretenden extender hasta el 28 de junio. Según el calendario difundido por los trabajadores, hasta ese entonces habrá, cada cinco días, dos de paro. En el medio, convocarán manifestaciones en distintos puntos del país.

El conflicto ferroviario es el más grande que enfrenta el presidente francés, Emmanuel Macron, desde que llegó al Elíseo en mayo de 2017. Especialmente, porque está en juego un servicio básico de carácter estatal que utilizan 4,5 millones de usuarios por día.

Para el presidente, la reforma ferroviaria es necesaria para modernizar el sector, abaratar el costo del servicio –que asegura que es 30% más caro en comparación con otros países europeos– y reducir la deuda que acumula la SNCF, de más de 56.000 millones de dólares.

El mandatario propone entonces permitir que operen a las compañías competidoras privadas, convertir la estatal SNCF en sociedad anónima –lo que facilitará la entrada de nuevos accionistas en la empresa– y eliminar trayectos secundarios que no son rentables. Además, en uno de los puntos más polémicos de la iniciativa, el gobierno pretende terminar con el estatus laboral especial del que durante décadas han gozado los trabajadores públicos de la SNCF, conocidos como cheminots. Entre los privilegios que serían eliminados se encuentran el derecho a conservar el trabajo de forma vitalicia, un seguro médico complementario, la posibilidad de acceder a una vivienda y una buena y temprana jubilación.

En una entrevista con la radio France Inter, Philippe dijo ayer que su gobierno no renunciará a la supresión de este estatuto laboral para los trabajadores que sean contratados en el futuro. “La rigidez operativa de la empresa es un problema”, insistió el primer ministro después de asegurar que la consecuencia es que el costo de funcionamiento de los trenes en Francia “es excesivo”.

Philippe afirmó que tampoco es negociable la apertura a la competencia del ferrocarril –aunque sí las modalidades para llevarla a cabo–, porque mejorará el funcionamiento de los trenes. Puso como ejemplos las experiencias de otros sectores y de países donde hay competencia en el sistema ferroviario, en particular Alemania. “Si funciona allí, ¿por qué no va a funcionar aquí?”, manifestó.

Por otro lado, Philippe dijo que su gobierno estaría dispuesto a asumir la deuda de la SCNF pero con la condición de que la empresa cambie su organización para garantizar que no volverá a endeudarse en el futuro.

Ante estas declaraciones, el secretario general de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martinez, aseguró a la misma radio que el gobierno quiere ejercer “una especie de chantaje”, ya que el tema de la deuda sólo entrará a discusión si el Elíseo “acepta lo que se le ha propuesto”.

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