La muerte el lunes de 60 manifestantes palestinos en Gaza por disparos del Ejército israelí desencadenó una serie de medidas diplomáticas. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, llamó a consultas a su embajador en Tel Aviv y le recomendó al titular de la embajada israelí en Turquía que abandonara Ankara “por un tiempo”. En respuesta, Israel hizo la misma sugerencia al cónsul turco en ese país, y, a modo de ping pong, Turquía le extendió una propuesta similar al cónsul israelí. Horas después, Bélgica y Luxemburgo convocaron a reuniones a las embajadoras de Israel en esos países para abordar “el uso desproporcionado de la fuerza contra civiles palestinos en Gaza”.
En tanto, la Autoridad Nacional Palestina llamó ayer a consultas a sus embajadores en Austria, República Checa, Hungría y Rumania, países que participaron en la ceremonia de traslado de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén. Ayer fue trasladada también la embajada de Guatemala, en una ceremonia en la que participó el presidente Jimmy Morales.