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Foto: Tiziana Fabi, AFP

El papa beatificó a cuatro víctimas de la dictadura argentina

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Entre los declarados mártires está el obispo Enrique Angelelli.

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El obispo de La Rioja y vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Argentina, Marcelo Colombo, confirmó que el papa Francisco firmó el decreto que declara mártires a cuatro personas asesinadas por la dictadura argentina (1976-1983). Se trata del obispo Enrique Angelelli, los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville y el laico Wenceslao Pedernera, y son las primeras víctimas argentinas en comenzar el recorrido hacia la beatificación.

En julio de 1976, en La Rioja, los sacerdotes Murias y Longueville fueron secuestrados, torturados y fusilados por orden del represor Luciano Benjamín Menéndez, según determinó la Justicia. Por este delito fueron condenados Menéndez, el vicecomodoro Luis Fernando Estrella y el policía Domingo Benito. Una semana después fue asesinado Pedernera, en un crimen que es atribuido también a la dictadura pero que continúa impune. Los tres integaban un grupo de religiosos y laicos que denunciaba las violaciones a los derehos humanos en Argentina, ayudaba a los familiares de las víctimas e incluso colaboraba con el ocultamiento de quienes eran perseguidos por los miitares, informó el diario Página 12.

Angelelli, que en ese entonces era obispo de La Rioja, también integraba ese grupo. Después de la muerte de Murias, Longueville y Pedernera, reunió elementos para denunciar que se trataba de un asesinato orquestado por la dictadura. Murió en agosto de 1976 mientras conducía una camioneta en La Rioja y llevaba consigo el informe conlas conclusiones de su investigación. Los militares dijeron que se trató de un accidente automovilístico, pero quien viajaba con él, su colaborado Arturo Aído Pinto, contó que fueron encerrados por otro auto y que vio que el cuerpo de Angelelli tenía muestras de que había sido golpeado en la cabeza. En 2014 Menéndez y Estrella fueron condenados por la Justicia por el asesinato de Angelelli en un caso que tuvo como prueba clave documentos enviados por el obispo al Vaticano y entregados por el papa Francisco a la Justicia.

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