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Jorge Bermúdez.

Foto: Pablo Vignali

Ejecutivo catalogó al sector de la salud como “medio” y los gremios discrepan

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Gremios y empresarios estudiarán las pautas y la FUS no descarta “conflicto largo”

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Ayer se reunió por segunda vez el Consejo de Salarios para la salud privada (grupo 15), integrado por representantes del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), la Federación Médica del Interior (Femi), la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva (IAMC) de Montevideo, la Federación de Prestadores Médicos del Interior (Fepremi) y los ministerios de Economía y Finanzas (MEF), Trabajo y Seguridad Social, y Salud Pública (MSP).

El Ejecutivo ubicó a la salud privada en el sector “medio” de la economía, lo que implica aumentos salariales de 7,5% para el primer año del convenio y de 7% para el segundo. Para los gremios, debería estar en la categoría “dinámico”, con aumentos anuales de 8,5% y 8%, respectivamente. El SMU alega que en 2017 las mutualistas tuvieron un superávit de 950 millones de pesos; la FUS plantea que se trata de un sector con un “volumen de negocios” de 2.000 millones de dólares anuales, con médicos anestésico-quirúrgicos que cobran de 300.000 a 600.000 pesos por mes y gerentes que reciben salarios de 500.000.

En diálogo con la diaria, Jorge Bermúdez, dirigente de la FUS, planteó que hubo un “sinceramiento” de la posición del MEF, que definió al sector como “medio” para evitar que se dispare la inflación, pero acotó que esa discusión “no terminó” y no descarta un “conflicto largo”.

La FUS pide que los aumentos sean diferenciales, puesto que hay quienes cobran menos de 20.000 pesos líquidos.

Los gremios entienden que “el sector empresarial está en condiciones de otorgar un aumento de salario sin traslado a cápitas [lo que paga el MSP a las mutualistas por cada afiliado], y el Poder Ejecutivo dijo que existía esa posibilidad”, informó a la diaria Federico Preve, del SMU. La FUS pide que ese incremento sea para quienes ganan menos. El antecedente más concreto es la partida variable que se paga por capacitación (3,5% del salario), cubierta por el Fondo Nacional de Salud y por las mutualistas, que ceden a los trabajadores el tiempo de capacitación.

Carlos Cardoso, presidente de Fepremi, dijo a la diaria que ayer el Ejecutivo planteó una forma de redistribuir esa partida variable hacia los sectores con menores ingresos, y que la estudiarán. Daniel Porcaro, representante de las IAMC de Montevideo, comentó que no coinciden con el Ejecutivo en “algunas aseveraciones acerca de las remuneraciones del sector”, porque habla de aumentos diferenciales sin explicitar qué entiende por remuneraciones altas y bajas, ni “cómo se haría” la distribución. Para obtener más detalles, tendrán una entrevista con delegados del Ejecutivo.

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