Ingresá

Olla popular en el Centro de Buenos Aires, durante una protesta contra el gobierno de Mauricio Macri.

Foto: Juan Mabromata, AFP

Denuncian que una maestra fue secuestrada y torturada en Argentina

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

A los reclamos del sector educativo se sumó ayer la indignación y el repudio por la violencia que sufrió la docente.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Una marcha de maestros, profesores y estudiantes se dirigió ayer desde el Ministerio de Educación argentino hasta el Congreso para reclamar mejoras salariales, de las condiciones de trabajo y de infraestructura en los centros de enseñanza. Esta movilización ya estaba prevista, pero ayer se agregó a sus consignas el repudio a la violencia que sufrió la maestra Corina de Bonis, de una escuela de Moreno, en la provincia de Buenos Aires.

La escuela en la que trabaja De Bonis, el Centro Educativo Complementario 801, está cerrada desde el 2 de agosto, al igual que otras de Moreno. Dejaron de funcionar debido a que en otra escuela de la misma zona murieron la subdirectora y el portero en una explosión causada por una fuga de gas. Desde entonces, afuera del edificio se instaló una olla popular para alimentar a los alumnos.

Según informaron la directora de la escuela, Leila Méndez, y el líder sindical docente Roberto Baradel, De Bonis, que era una de las impulsoras de este comedor, fue abordada en la calle por tres personas que le pusieron una bolsa en la cabeza, la subieron a un auto, la golpearon y utilizaron un elemento punzante para escribirle en el abdomen “Ollas no”.

Hasta la semana pasada, los docentes habían mantenido ese comedor funcionando, pero decidieron dejar de hacerlo después de recibir amenazas en varias oportunidades, informaron los diarios Página 12 y Tiempo Argentino. En el lugar se esparcieron volantes y pegaron carteles que exigían “basta de ollas” y “vuelvan a trabajar”. De acuerdo con Méndez, en una de esas amenazas les dijeron que “la próxima olla” la iban a hacer “en Güemes y Roldán”, en el cementerio municipal de Moreno. “No entendemos a quién estamos molestando. Son 250 alumnos que vienen a comer”, dijo la directora. Fue ella quien acompañó a De Bonis a presentar la denuncia del secuestro y a que la examinara un médico.

“Esto que pasó es gravísimo”, dijo Baradel a Tiempo Argentino. “Está reñido con lo más básico de la democracia, que es cuidar la vida y garantizar los derechos de protesta”. Agregó: “Respecto de lo que le pasó a nuestra compañera, yo quiero ser prudente. Pero es evidente que esto es mano de obra de alguien”.

La oposición en la Cámara de Diputados intentó ayer debatir decenas de proyectos vinculados con la educación y dos declaraciones, una sobre la “emergencia” del sistema universitario y otra en repudio de la agresión a De Bonis, pero el oficialismo no dio cuórum.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura