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Merkel removió de su cargo al jefe de espionaje

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El jerarca puso en duda la veracidad de un video en el que ultraderechistas atacan a extranjeros.

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En las últimas semanas la continuidad del jefe de Espionaje de Alemania, Hans-Georg Maassen, ha dividido al gobierno de Angela Merkel. La figura de Maassen, titular de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, genera polémica desde hace años por las acusaciones de que es cercano a la ultraderecha y al partido xenófobo Alternativa para Alemania (AfD).

Medios alemanes han informado que asesoró a AfD para que evitara reunir los requisitos para ser vigilado como organización neonazi por la oficina de espionaje que él mismo dirigía hasta ayer.

Ahora, la polémica resurgió porque Maassen minimizó los ataques xenófobos de Chemnitz, una localidad en el este del país que está convulsionada desde hace semanas por movilizaciones de la ultraderecha. En ese marco fueron agredidas varias personas y se vieron manifestaciones de apoyo al nazismo.

Son varias las evidencias de ese tipo de comportamientos, pero en los últimos días se hizo conocido un video en el que varios neonazis persiguen a extranjeros. La canciller Angela Merkel condenó el contenido de ese video, en el que dijo que se podía ver una “cacería de extranjeros”. Sin embargo, cuando Maassen fue consultado por la grabación, hace dos semanas, dijo que “no hay evidencias” de que ese video sea “auténtico” y que hay “buenas razones para creer” que se trató de “un caso de desinformación selectiva”.

Esta nueva polémica generó reacciones encontradas en los partidos que integran el oficialismo alemán: el Partido Socialdemócrata exigió la salida de Maassen, la Unión Socialcristiana de Baviera lo defendió y la Unión Cristianodemócrata de Merkel se mantuvo en silencio. Después de muchas especulaciones durante la última semana, ayer se reunieron los presidentes de las tres formaciones y resolvieron remover a Maassen del cargo, aunque dándole un ascenso: será titular de una secretaría del Ministerio del Interior.

El objetivo de esta medida es que deje de ser el responsable del espionaje, pero sin que quede en evidencia su superior directo, el ministro del Interior, Horst Seehofer, un integrante de la Unión Socialcristiana que ya ha tenido choques con Merkel.

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