El activista ruso Petr Verzilov, vinculado al grupo Pussy Riot y editor de un sitio web de noticias que denuncia abusos del Kremlin, está hospitalizado en estado grave, con signos de un posible envenenamiento. Su pareja, Veronika Nikulshina, dijo al medio digital ruso Meduza que Verzilov empezó a perder la vista y la capacidad de hablar y caminar el martes de noche, un rato después de visitar un tribunal de Justicia. Una vez en el hospital, fue trasladado a la unidad de toxicología.
Los médicos informaron ayer a la familia de Verzilov sobre la posibilidad de que haya tenido una sobredosis o lo hayan envenenado con algún fármaco bloqueador de neurotransmisores. Sus conocidos niegan que él haya podido consumir ese tipo de sustancia por voluntad propia.
Verzilov, de 30 años, fue uno de los cuatro activistas de Pussy Riot que invadieron la cancha durante la final del Mundial de fútbol en Moscú para llamar la atención sobre la falta de libertad de expresión en el país.