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Nicolás Maduro, durante un programa de televisión en el palacio presidencial de Miraflores, el lunes, en Caracas, Venezuela. Foto: Francisco Batista, Presidencia de Venezuela, AFP

Trump reiteró que no descarta ninguna opción para Venezuela

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Seis países denunciaron al gobierno de Maduro ayer ante La Haya.

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“Todas las opciones están sobre la mesa con respecto a Venezuela [...] Las más severas y las menos radicales, y ustedes saben lo que quiero decir con ‘severas’”, dijo ayer a periodistas el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. De esta manera volvió a sugerir que su gobierno no descarta una intervención militar en ese país. “Sólo quiero que se resuelvan las cosas en Venezuela. Quiero que la gente esté segura. Vamos a ocuparnos de Venezuela. Lo que está pasando allí es una vergüenza”, agregó.

El día anterior, en su discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Trump dijo que la opción militar era “fácil” de aplicar “si los militares lo deciden”. El gobierno venezolano reaccionó ayer en un comunicado en el que califica las declaraciones de Trump de “belicistas” e “injerencistas”, orientadas “a promover una insurrección militar en el país”.

La semana pasada, Maduro dijo que estaba evaluando “las condiciones de seguridad” para asistir al debate anual de la ONU porque, según aseguró, está “en la mira” de “asesinos”. Pero ayer anunció en un video publicado en Twitter que había llegado a Nueva York para “defender la verdad sobre Venezuela”.

En la asamblea de la ONU distintos presidentes, en los últimos dos días, habían criticado a su gobierno y denunciado la situación humanitaria en el país. Entre ellos se encuentran los gobernantes de seis países que ayer presentaron una petición para que la Fiscalía de la Corte Penal Internacional con sede en La Haya investigue supuestos “crímenes de lesa humanidad” cometidos en Venezuela.

La carta –firmada por Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú– se basa en dos informes elaborados por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y la Organización de los Estados Americanos (OEA). El primer documento denuncia ejecuciones extrajudiciales, torturas y detenciones arbitrarias en el marco de las protestas antigubernamentales que tuvieron lugar en Venezuela entre abril y julio de 2017. En tanto, el segundo concluye que existe un “fundamento razonable” para considerar que 11 individuos, entre ellos Maduro y miembros de las Fuerzas Armadas, cometieron crímenes de lesa humanidad.

Al presentar la carta a los medios, el canciller peruano, Néstor Popolizio, resaltó que, de comprobarse varios de los elementos contenidos en esos documentos, “quedarían claramente configurados los crímenes de lesa humanidad”. Al mismo tiempo, insistió en que en Venezuela “no sólo no existe la democracia, sino que impera un mecanismo de dictadura”.

Su par paraguayo, Luis Alberto Castiglioni, aclaró que los seis países “no van a especular con la situación” de Venezuela y aseguró que “permanecer impasibles, indiferentes o especulativos ante esta realidad podría tener ribetes de complicidad con el régimen que se ha apoderado de la suerte de la República de Venezuela”.

En respuesta, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, se refirió a la solicitud como una estrategia para “agredir” al gobierno de Maduro. Además, acusó a los responsables de utilizar “como sustento de la denuncia” el informe “de un hombre que quiere la intervención y la guerra” y que “es un sicario”, en alusión al secretario general de la OEA, Luis Almagro.

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