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Boris Johnson, primer ministro británico y Jean-Claude Juncke, presidente de la Comisión Europea, durante una conferencia de prensa en la Cumbre de la Unión Europea, ayer, en Bruselas.

Foto: Kenzo Tribouillard / AFP

Reino Unido y la UE llegan a un pacto sobre el brexit, pero el Parlamento británico deberá ratificarlo

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Tras arduas negociaciones, el primer ministro Boris Johnson y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anunciaron el acuerdo.

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La Unión Europea (UE) y Reino Unido llegaron ayer a un acuerdo para la salida ordenada de la nación insular del bloque comunitario, tras largas negociaciones, según anunciaron en Twitter el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro británico, Boris Johnson. “Donde hay voluntad, hay un acuerdo. ¡Tenemos uno!”, escribió Juncker en su mensaje, acompañado de una carta dirigida a los líderes de la UE en la que les recomienda respaldar el pacto durante la cumbre que comenzó ayer y finalizará hoy en Bruselas. Según Juncker, se trata de un acuerdo “justo y equilibrado” que testimonia “nuestro compromiso para lograr soluciones”. “Recomiendo que el Consejo Europeo respalde este acuerdo”, recalcó el político luxemburgués, según consignaron agencias internacionales.

Por su parte, el conservador Johnson afirmó que obtuvo un “nuevo” y “gran” acuerdo para la salida de Reino Unido de la UE. El primer ministro británico agregó que ahora el Parlamento tendrá que aprobar el acuerdo en una sesión extraordinaria que se realizará mañana.

La solución a la que han llegado ambas partes se basa en que tanto la UE como Reino Unido tienen la intención de lograr un acuerdo de libre comercio para regular su relación una vez que se produzca el brexit, el 31 de octubre. El negociador europeo, Michel Barnier, explicó que Johnson ha hecho una “elección clara” respecto de su voluntad sobre la futura relación económica entre la UE y Reino Unido: “La relación de un acuerdo de libre comercio”. “Cualquier otra opción, como la de un territorio aduanero común, se ha descartado”, agregó.

Luego de anunciado el nuevo acuerdo, en Reino Unido se produjeron las primeras reacciones al pacto. Por una parte, el Partido Nacionalista Escocés, la tercera fuerza en el Parlamento de Westminster, anunció que votará en contra del acuerdo porque, según informaron, otorga a Escocia “un trato injusto”. Por otro lado, el norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), socio del gobierno de Johnson, indicó que mantiene su oposición al pacto. “Nuestro comunicado anterior sigue en pie, en respuesta a la noticias de que se ha llegado a un acuerdo”, señalaron las fuentes del DUP, cuyos diez diputados en Westminster permiten a Johnson gobernar en minoría y cuyos votos son claves para ratificar el nuevo acuerdo. De todas maneras, los dirigentes del DUP aseguraron que continuarán negociando con el gobierno y eventualmente pueden terminar votando afirmativamente mañana.

El acuerdo al que llegó Johnson con la UE logró resolver la situación de Irlanda e Irlanda del Norte, uno de los principales escollos de las negociaciones del brexit. Según se pactó, no habrá una frontera dura entre los dos territorios irlandeses, Irlanda del Norte formará parte de la Unión Aduanera de Reino Unido, pero deberá cumplir con las reglas del Mercado Único Europeo. Esto significa que la frontera en la que se llevarán a cabo los controles y verificaciones (por parte de las autoridades británicas y con supervisión de la UE) estará en el mar de Irlanda y no en la que separa a Irlanda del Norte de la República de Irlanda.

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