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Manifestantes se enfrentan con la policía antidisturbios, durante una protesta contra el gobierno, el sábado, en Santiago.

Foto: Claudio Reyes, AFP

El gobierno de Chile reconoció abusos de las fuerzas de seguridad, a las que igual respaldó

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Se acusa a los carabineros de impedir la atención médica de un manifestante, que falleció.

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Abel Acuña falleció el viernes después de participar en una protesta en la plaza Italia. El gas lacrimógeno que las fuerzas de seguridad lanzaron para reprimir a los manifestantes hace imposible ver en los videos cómo sucedió, pero, según testigos, estaba siendo asistido por la Cruz Roja cuando los carabineros utilizaron los carros lanzaaguas para alejar a quienes lo asistían y a la ambulancia que estaba en camino. Abel finalmente fue trasladado a un hospital, pero falleció.

“No es posible asegurar que la operación de control de orden público que se llevó a cabo haya incidido” en la muerte, declaró el general director de Carabineros, Mario Rozas, en una rueda de prensa, en la que también dijo que se inició un sumario administrativo y se envió la información a la Fiscalía. El estatal Instituto Nacional de Derechos Humanos anunció que presentará una querella contra los carabineros por ese suceso.

Rozas también se refirió a un estudio de la Universidad de Chile que reveló que las “balas de goma” tienen sólo 20% de caucho y el 80% restante “corresponde a otros compuestos”: sílice, sulfato de bario y plomo, lo que no coincide con lo que deberían contener. Rozas dijo que las balas “sí son de goma”, pero anunció que se harán análisis tercerizados para dar “mayor transparencia”. Desde que comenzó la represión 200 personas perdieron la vista parcial o totalmente por las “balas de goma”.

Con la represión en el centro de la polémica, el presidente Sebastián Piñera se vio obligado a referirse a este punto en su discurso de la noche del domingo. “Quiero agradecer a nuestros militares, a nuestros carabineros [...], que arriesgaron sus vidas y su integridad física por proteger nuestras vidas y nuestra integridad física”, dijo antes de agregar que, “lamentablemente”, en “algunos casos” no se respetaron los protocolos y “hubo un uso excesivo de la fuerza, abusos o delitos, y no se respetaron los derechos de todos”. Aseguró que “no habrá impunidad” no sólo para quienes “cometieron atropellos o abusos”, sino tampoco para quienes cometieron “actos de inusitada violencia”, en referencia a los manifestantes.

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